Complejo, atractivo y con personalidad.

FASE VISIAL: Limpio, brillante, de color amarillo pálido, con lágrima de media densidad.

FASE OLFATIVA: Es un vino de una nariz muy fragante, llamativa y con una complejidad que da ya carácter al vino. Aroma de intensidad alta, muy fragante, limpio, atractivo, complejo, ... con personalidad. La fruta blanca y de hueso, las notas de flor, notas anisadas, el aroma de cítricos, el toque mineral (tiza), los recuerdos de pan tostado, el sutil bouquet de la crianza tan variada, sutil sí, pero dándole consistencia, complejidad y personalidad, el recuerdo de las lías finas, ...

FASE GUSTATIVA: Desde el principio tiene una presencia en boca destacable. Sus tres grandes pilares: frescura, amplitud y untuosidad. Su paso de boca es meloso, untuoso  y está muy matizada por una acidez que le hace vivo y a la que da realce una buena amplitud. Es largo, con un final donde las notas amargosas juegan un papel importante para darle mayor presencia y recuerdo.

EN RESUMEN: Un vino blanco a tener muy en cuenta. Complejo, atractivo, muy fresco  y con personalidad. En la línea de los vinos que han sido pensados para satisfacer y dar respuesta a personas que buscan en el vino blanco un buen compañero de platos importantes y con capacidad de evolucionar positivamente con los años.

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