No todo el que vaga está perdido

Amarillo anublado y aparentemente ahilado (qué dos términos más pedantes me acaban de salir). Poso al final de la botella.

Decantamos siguiendo las indicaciones de Eugenio y creo que el consejo es acertado, ya que no tarda en abrir: al poco tiempo, uva blanca, cítricos, tarta de limón y merengue, toques a acético, herbáceos, pimienta blanca y piedras. 

Boca refrescante que limpia el paladar. Trago fresco de estructura media. Sin trazas maderosas ni alcohólicas.

El final deja recuerdos frutales y a vinagre.

Una verdejo inclasificable. ¿ Reconocemos la variedad?, no. Lo que pasa es que se trata de un vino natural y creo que también biodinámico que pese a no llevar la protección del sulfuroso, ha aguantado seis años en botella y más de tres días abierto. Y eso tiene mucho mérito. No puntúo porque no sabría cómo hacerlo.

 

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Felipe García Ochoa

    “Acético, vinagre, no reconocemos la variedad”.....con respeto.....si catamos este vino a ciegas sin la firma de Ismael Gozalo....lo damos un cero patatero.

  2. #2

    Gondorff

    en respuesta a Felipe García Ochoa
    Ver mensaje de Felipe García Ochoa

    Puede ser... en todo caso se trata de un 2014 y es un vino natural. Demasiado que haya llegado seis años más tarde en estas condiciones.

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