Habíamos probado el Emilia bivarietal chardonnay-viognier de 2016 hace casi tres años. Veamos este chardonnay 100% qué tal está. Sacamos la botella de la nevera y esperamos a que alcance los 10°C para su valoración. Tapón de rosca.
VISUAL: De color amarillo pajizo con reflejos dorados y verdosos. Presenta lágrimas lentas y transparentes (86).
OLFATIVA: En nariz asoman aromas frutales de piña y plátano con fragancias florales de azahar. También encontramos recuerdos cítricos a corteza de limón y un sutil toque herbáceo de hinojo. De intensidad media-baja (84).
GUSTATIVA: En boca posee un buen punch. Alta acidez, de amplitud media con un paso por boca lácteo y amable. Desprende aromas retronasales cítricos y florales. Post-gusto frutoso con recuerdos a maracuyá y pomelo y con un ligero atisbo salino de fondo. Nos da una persistencia de un minuto y 10 segundos. Notable este Emilia 2018, joven, fresco y sin pretensiones, un pelín por debajo del bi-varietal mencionado al principio (86).
La RCP la considero muy buena. Cuesta un poco más de 5 euros al cambio y se trata de un vino notable.
MARIDAJE: Nos tomamos nuestro chardonnay en tres comidas. Primero con unos langostinos plancha con albacora en salsa de mango y jengibre. Luego acompañó un arrocito seco de almejas, gambas y alcachofas y nos lo terminamos con un guisito de chipirones, pimiento rojo, patatitas y trigueros. Destacamos el maridaje del primer día pues las notas salinas del pescado y esa salsita de mango y jengibre armonizaron espectacularmente con los apuntes de fruta tropical y cítricos de nuestro vinito. Gran disfrute amigos!.
Salud-os!!