" Quien sabe degustar no bebe jamás vino " ...

     En el transcurso de veinte años, Yves Canarelli se afianzó como el mayor viñatero de la costa sur de Córcega. Hoy en día, compite con los más afamados de la Isla de la Belleza : Antoine Arena y Jean-Charles Abbatucci. Posee unas 28 hectáreas plantadas mayoritariamente de viñas tintas pero las pocas variedades de la propiedad - biancu gentile y sobre todo vermentinu - son de gran interés.

     Este vermentinu del 2005 ha enjevecido espléndidamente, sin maderizar. De color dorado sostenido, exhala múltiples fragancias : tilo en flor, espino albar, algo de eneldo, de zumo de toronja blanca, de piña fresca y de mermelada de chabacanos. Evoluciona hacia notas almendradas y levemente alimonadas. Cristalino pero de textura grasa, limpio y armónico, carece un poco de viveza pero compensa con un amargor extraordinario. Al principio, hay notas de melocotón amarillo y de fruta estrella pero aparecen sabores más potentes de piel de pera, de manzana del elefante, de fruto de santol y sobre todo un regusto que recuerda más o menos a absenta. Resulta muy díficil maridar semejante vino con la comida : la terrina de vieiras, demasiado iodada, oculta una gran parte de sus cualidades pero a partir del estofado de rape con salsa de perejil, parece renacer con más fuerza. Se acopló de manera ideal con el famoso Brocciu, un queso de oveja corso, tierno, saboreado con rebanadas de pan de espelta tostado.

     Yves Canarelli es un trabajador incansable y un buscador empedernido : ha restacado castas de uvas olvidadas como la biancu gentile o la minustellu, ha comprado una parcela de vides prefiloxéricas dejada de labrar y empieza a criar unos cuantos vinos en ánforas. En realidad, sus secretos más preciosos radican en sus vinos y depende de nosotros descubrirlos. Como lo decía Salvador Dalì i Domènech : " Quien sabe degustar no bebe jamás vino sino que degusta secretos. " ( PVP : 18 € )