Mucho mejor, al parecernos más expresiva, que la anterior botella bebida hace varios meses.
Dorado, limpio y brillante.
Ésta, muestra abundancia de cítricos (limón, piel de naranja, pomelo), acacia, toques plásticos, levísimos ahumados, caja de cerillas, humedad y piedras.
Fino y delineado en boca; aquí no hay flor, pero de algún modo sabemos que aunque es francés, no es Borgoña. Acidez, contención en el grado alcohólico y dosis exacta de barrica (por las tonalidades que da, parece que vieja). Esqueleto de corpulencia media.
Final campestre de larga duración.
Elegante y rico.
Dorado. Luminoso y limpio y con un cierto carácter glicérico.
Muy sutil ayer, quizá demasiado, decidimos reservarlo para hoy para observar su evolución. Sin ser la chardonnay más expresiva del mundo (seguramente por juventud y falta de evolución en botella), sí que observamos toques propios de esta uva: cítricos, hinojo, algo de caja de cerillas y piedras.
Boca bonita, elegante, sutil y delicada. Pese a su ligereza, destacamos una corpulencia equilibrada por su frescura. Sin atisbo de madera o alcohol. Aquí tampoco hay flor.
Final primario.
Hay que darle tiempo y aire, lo agradece mucho.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.