Y cuatro meses después volvemos sobre este vino que nos encantó el pasado mes de Diciembre. Lo sacamos de la nevera y esperamos una media horita hasta que alcanzó los 9°C para su valoración.

VISUAL: Amarillo pálido, brillante y con reflejos verdosos. Presenta abundantes lágrimas finas y transparentes (89).

OLFATIVA: En primer término encontramos aromas herbales a tomillo y hierba luisa así como unos sutiles cítricos de corteza de limón. También asoman notas frutales a plátano y manzana verde. De nuevo fragancias florales de azahar y apuntes vegetales de espárrago blanco con un toque mineral muy elegante (piedra caliza). Mantiene su variado bouquet y una intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: En boca nos encontramos un gran chardonnay con una alta acidez, bastante amplio y cremosito en su paso por boca. Los aromas retronasales nos traen recuerdos cítricos y florales. El post-gusto intenso, sabroso, con apuntes frutales (piña y tamarindo) y en esta ocasión con esa delicada mineralidad que le sube de nivel. Nos da una persistencia de dos minutos y 25 segundos. Sin duda un gran chardonnay, equilibrado, sobrio y elegante (93). 

La RCP es por supuesto excelente. por menos de 5 euros tenemos un chardonnay sobresaliente.

MARIDAJE: Nos lo tomamos en tres ágapes. El primero fue un lomo de wahoo al estragón sobre naranja caramelizada al jengibre. Después acompañó un rico arrocito de chipirones y langostinos y nos lo terminamos con unos tacos de picudo (pez espada) al tomillo sobre sofrito de cebolla, pimiento y trigueros. Bárbaro con todos los maridajes pero nos encantó especialmente con el wahoo al estragón y su salsa de naranja pues los apuntes salinos, herbales y cítricos del pescado armonizaron maravillosamente con la frutosidad y la mineralidad de nuestro chardonnay. Brutal esa combinación.

Salud-os!!

Volvemos con este chardonnay chileno del cual probamos la añada 2017 y nos encantó. Teníamos la botella en la nevera, la sacamos, la abrimos y dejamos una media hora hasta que alcanzó los 11°C para su valoración.

VISUAL: Presenta un color amarillo pálido que nos recuerda al aceite de girasol, muy brillante. Con presencia de lágrima, abundante y transparente (88).

OLFATIVA: En nariz es brutal, aromas cítricos intensos de ralladura de limón y tamarindo con notas frutales de ciruela blanca, piña y manzana verde. También asoman recuerdos florales de azahar así como herbáceos a espárrago triguero y un sutil toque de crema inglesa. Sensacional bouquet tanto en complejidad como en intensidad. Mejor en esta fase que el catado en Abril de este año, pero era un 2017 y quizás en botella se apagó un poco. Éste 2019 es portentoso olfativamente (93).

GUSTATIVA: Tremendamente sabroso, amplio y untuoso en boca. De acidez media-alta con un paso por boca sedosito muy agradable. Aromas retronasales con recuerdos cítricos (limón) y florales. Post-gusto delicado e intenso con notas frutales de piña y plátano intensas que nos dan una persistencia de 2 minutos y 15 segundos. De nuevo nos sorprende este joven Chardonnay tanto por su equilibrio y delicadeza como por su carácter, intenso y sobrio. Una delicia (92).

La RCP una vez más increíble, parece mentira que este vinazo cueste 4.40 euros al cambio, extraordinaria RCP.

MARIDAJE: Nos lo tomamos con un caldoso de langosta delicioso. Tremendo disfrute con los intensos sabores marinos y especiados del arrocito en absoluta armonía y equilibrio con las notas cítricas y florales de nuestro sobresaliente vinazo. Le fue al pelo!

Salud-os!!