Han ganado los terciarios

Botella llamativa por su forma y realmente pesada, así como otras de la misma colección de cepas viejas de Murviedro. Etiqueta muy clásica, información justa traducida al inglés y francés (imagino que principales países de exportación). Corcho largo y de calidad.
Color rojo cereza picota con ribete que denota evolución, limpio, brillante, capa media, lágrima delgada y relativamente rápida que tinta ligeramente la copa.

A copa parada hay algo de fruta (guindas) y terciarios (cuero noble).
De gran intensidad aromática, pero incluso cuando se va abriendo me cuesta encontrar su perfil primario, principalmente frutos negros muy maduros (moras, grosella, arándanos). Pero los aromas terciarios predominan, cacao, madera fina, cuero, tostados, hay especias (pimienta), balsámico (mentolados), con un fondo mineral. Y con el paso del tiempo en copa, sí, toffee en cantidad. Aunque tengo que decir que al principio también he encontrado algún recuerdo no demasiado agradable a pegamento.

En boca tiene cuerpo, es equilibrado, franco, con taninos aterciopelados y muy bien integrados, de paso ligero, final con cierta dulzor y ligeramente ácido. Retronasal donde nuevamente reaparecen aromas terciarios. Persistencia de media intensidad.

Su ligera punta de acidez creo que le permitirá evolucionar bien en botella, pero a mi gusto es justo ahora el momento óptimo de consumo, pues a mi parecer los terciarios (aunque muy elegantes) se han apoderado del resto del perfil aromático.