Encontramos este bi-varietal chileno en la tienda que tenemos bajo de casa y nos llamó la atención. De paso colaboramos con la reforestación de árboles nativos en la Patagonia de Chile. Abrimos la botella y dejamos respirara por espacio de una horita. Tapón algo corto y tintado unos 4mm desde su base. Servimos y procedimos a su valoración a 18°C:

VISUAL: De color rojo rubí, brillante y de capa media con el ribete amplio y en tonos violáceos. Lágrima abundante, esbelta y un poco tintada (86).

OLFATIVA: A copa parada es eminentemente frutal con aromas de moras, arándanos y frambuesas. Al agitar aparecen florales de rosas secas, notas especiadas de pimienta negra, vegetales de pimiento, herbáceos de laurel así como apuntes de regaliz de palo. Algún que otro terciario también asoma, como los recuerdos de cuero curtido y un puntito de roble. Intensidad media-alta mostrando un interesante bouquet (89).

GUSTATIVA: En boca se muestra intenso en su ataque, de alta acidez y untuoso. Los taninos presentes, imponentes pero sin estridencias. Paso por boca frutoso con aromas retronasales a compota de fresas con notas florales. Post-gusto con sabores pimentosos y de regaliz que nos dan una persistencia de dos minutos y 10 segundos. Interesante coupage con más cabernet que merlot constituyendo un vino de medio cuerpo y muy aromático. Con vida por delante, seguro que mejora en dos-tres años (88).

La RCP sabiendo que al cambio nos costó de oferta unos 7 euros, la considero muy buena.

MARIDAJE: Pues la botella se abrió y cayó íntegra en una paellita de leña en mi casa entre amigos. Siempre es una delicia ver lo bien que desgrasa un vino de alta acidez y frutoso los apuntes cárnicos y grasos de una rica paella. Excelente maridaje y mejor disfrute en compañía de amigos y familia.

Salud-os!!