Degollado el 31 de enero de 2018. Azúcar: 3.5g/l.

Tirando más hacia el dorado que hacia el amarillo. Burbuja pequeña, agrupada y persistente.

Le cuesta un poco abrir, aunque cuando lo hace no para. Ciertos apuntes cítricos integrados en el resto del conjunto, flores, uva blanca, levísimos toques a manzana reineta, madera vieja y mucha mineralidad.

En boca es un cañón. No es afilado ni creo que pretenda serlo: posee un gran carácter vertical pero como la materia prima tiene tanta calidad, todo se equilibra. Acidez acompañada de materia, presencia de una barrica que lo engrandece todavía más, alcohol imperceptible y carbónico imperceptible.

Postgusto largo.

Le Mesnil es el número uno en chardonnay y Doquet, productor de estilo clásico con altos dosages para lo que se ve hoy en día, lo borda en esta comuna. Muy por encima de Vertus que también está bueno, pero que le falta este grado de excelencia. Esta cuvée tiene que envejecer de miedo.