En forma.

Ha transcurrido poco más de un año desde la cata que hice a este vino. ¿Qué me he encontrado?. Mantiene el corcho en perfecto estado. No ha cambiado de color. Permanece con un amarillo acerado, limpio y brillante. ¡Ah!, sin precipitación en el fondo de la botella. Con una buena, gruesa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa.

        En cuanto a la fase olfativa, mantiene sus frescas frutas cítricas, de hueso y sus flores blancas.

        En boca le encuentro muy fresco, vivo, muy frutal, untuoso, glicérico, mantiene una fresca acidez que invita a beber y que le va a dar más vida. Guardaré una botella para tomarla el año que viene por estas mismas fechas. Sigue elegante y equilibrado. No ha perdido frescura. Muy grato, fresco y frutal paso de boca. Sigue siendo largo. Me da una permanencia de 2,30 minuros.

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