Malogro mi almuerzo fuimos 8 comensales y a ninguno le agrado este vino sabor a fierro imtenso buque quimico y color indefinido dedinitivamente no lo compro mas

Y tan solo cuatro meses después volvemos con este bivarietal que tanto nos gustó. Fue el segundo vino blanco en una cena el día de mi cumple. Lo abrimos media horita antes y lo dejamos en la nevera hasta que alcanzó los 11°C para su valoración. El corcho muy pegado al cuello, corto e hiper-compactado.

VISUAL: Presenta un color amarillo verdoso pálido y cristalino (83).

OLFATIVA: A copa parada encontramos intensos aromas de fruta tropical (tamarindo y mango). Al agitar hay frescas notas florales de lavanda, apuntes de espárragos blancos, un ligero recuerdo de aceitunas verdes y un fondo del inconfundible prescriptor de la sauvignon blanc, el "pipí de gato". De intensidad media alta y complejidad más que aceptable (86).

GUSTATIVA: En boca tiene una buena acidez con un paso por boca lácteo y cremoso. Retronasal cítrico y afrutado (plátano) con el post-gusto muy agradable, ligeramente dulzón y con recuerdos florales muy elegantes. Persistencia de dos minutos y 20 segundos. Definitivamente nos gusta este coupage aunque en esta ocasión no me ha impresionado tanto. Creo que esta botella está unos peldaños por debajo a la del año pasado, pero ojo, sigue siendo sobresaliente en boca, muy equilibrado (90).

La RCP obviamente la mantenemos en excelente.

MARIDAJE: Tal y como ya he comentado fue el segundo vino que acompañó un suculento arroz caldoso de langostas. Maravilloso maridaje con las intensas notas marinas del marisco en perfecta armonía con los apuntes afrutados y florales de nuestro vino. Deliciosa combinación y tremendo disfrute, más en compañía de la familia y amigos celebrando mi cumpleaños ):

Salud-os!!

Hemos visto este vino blanco bivarietal en nuestro supermercado de confianza a muy buen precio y nos decidimos a comprarlo. Leemos que Viña Carta Vieja fue fundada en 1825 por el asturiano Carlos del Pedregal y la zona de Loncomilla fue la elegida por el pionero español en el Valle del Maule de Chile. Hoy en día es la séptima generación de la misma familia ocupándose desde los viñedos hasta la elaboración y comercialización del vino. 

Abrimos la botella (tapón de corcho) y la guardamos en la nevera hasta que alcanzó los 11°C para su cata:

VISUAL: Color amarillo verdoso, tenue y con reflejos acerados. De aspecto un tanto graso (84).

OLFATIVA: A copa parada encontramos aromas florales de lavanda y cítricos de naranja. Al agitar el líquido asoman notas de "pipí de gato", apuntes de frutas exóticas (mango y tamarindo), herbáceos de hinojo con un toque de espárragos blancos y aceitunas verdes. De intensidad media-alta posee una complejidad sorprendente (92).

GUSTATIVA: En boca presenta un tacto graso, lácteo y de acidez media. Bastante seco pero a la vez goloso y muy amplio, opulento diría. En retronasal nos devuelve efluvios de flor blanca así como recuerdos cítricos y de fruta tropical. Persistencia de casi tres minutos con un post-gusto amable, goloso y muy elegante. Nos ha sorprendido este vinazo con un acertadísimo coupage de sauvignon blanc y chardonnay. Exquisito es la palabra (93).

La RCP es excelente. Cuesta apenas 5 euros al cambio y me ha parecido un vino sobresaliente.

MARIDAJE: Nos lo tomamos de aperitivo acompañando unas gambas al ajillo. Una combinación magnífica, apuntes marinos y pimentosos armonizando maravillosamente con las frescas notas florales y de fruta tropical de nuestro vinazo. Un gran descubrimiento, queda apuntado.

Salud-os!!