Color amarillo de intensidad baja media con reflejos acerados que nos hablan de su juventud ( lleva en botella solo tres semanas).

   En nariz aparecen en principio aromas minerales que con la aireacion pasa a fruta blanca (pera), fruta con hueso (melocoton) y fruta citrica (pomelo). Aromas anisados y balsamicos. Toque de flores blancas secas y citricos, en el fondo aparece la crianza con aromas de ligeros tostados.

  En boca tiene cuerpo, con buena acidez, marcada mineralidad. La fruta vuelve a recordar el melocoton y el pomelo. Toque de frutos secos y de anisados, ligera salinidad, final largo y serio.

  Recuerdo un 2012 de este vino donde la crianza tenia mas presencia que este 2017. Me gusta mas esta ultima añada, entre otras cosas tambien tiene mejor acidez.