Color picota oscuro, capa alta, limpio y brillante, lágrimas gruesas bañan la copa.
En nariz sigue igual o mejor que hace un año, fruta negra madura, moras, ciruelas, higos, vainilla, aparecen notas balsámicas, cacao, caramelo, café, me encanta.
En boca es un vino pleno, elegante, goloso, tanino muy pulido, equilibrado y persistencia media /alta.
El tiempo en botella le sienta de maravilla a éste vino, que bueno, por unos 7 euros tenemos una gozada en nuestra mesa, habrá que hacer acopio de algunas botellas más.

Y ganándose el perdón de Dios, por darnos tanto placer por un precio muy ajustado. Se sale de los robles que te saben todos igual.

La nariz ha crecido, con esa fruta madura y las especias más conjuntadas, más compenetradas, con la mineralidad y las flores arropándolas bien. Tiene fresas, frutos del bosque, cerezas, con esos toques de cacao y café. La fruta sigue con ese punto maduro, pero menos intenso que en la anterior botella.

La boca, pues carnosa, plena, frutal y explosiva. Es mineral, con el café, cacao y vainilla más asentados, más unidos a esa fruta madura. El tanino se ha redondeado, pero aún da muestras de vigor. La acidez sigue en forma, sin decaer. Postgusto largo y frutal / floral.

Así que, como me dijo Xavih, merece la pena darle un poco de guarda. Pero esa fruta sobremadurada, me resulta un poco pesada.

Color picota oscuro, capa media, limpio.
En nariz aparece fruta de mucha calidad, ciruelas, frambuesas, moras, notas de regaliz, cacao y una fruta madura que vuelve una y otra vez.
En boca es un vino frutal, equilibrado, con matices, dulzón, cremoso, persistencia media. Tomado junto a pisto de verduras y queso manchego.
Vino muy bien hecho por parte de esta bodega, por 8 euros no podemos pedir más.

Porque este vino es fruta, fruta y más fruta.

En nariz es un cañonazo de fruta negra y roja madura, grafito, balsámicos, pimienta, flores azules, monte bajo, toques de cacao más dulce, vainilla... Es intensa y dulzona, con notas vegetales de fondo que le dan frescura y un toque de caramelo de violetas.

Zumo de fruta en boca, con mineralidad, balsámicos y tostados en forma, es lo primero que se percibe. Flores, vainilla, pimienta, notas vegetales, café, suave lácteo, como yogur de moras. Muy buena acidez, tanino aún crujiente y buena entrda en boca. Postgusto a caramelo de violetas y fruta.

Buen básico de la bodega, con calidad, pero me parece un pelín demasiado dulzón, maduro...