Nochevieja en Francia ...

                   Es una tradición ineludible : para Nochevieja, cada pareja de franceses compra un hígado graso de pato medio cocido, sin trufa, que pesa 350 gramos. Preferimos este manjar cuando viene del Perigord negro. Lo cortamos en lonjas y lo acompañamos con higos pochados en vino de Marsala y dados de piña fresca salteados en mantequilla semi salada. Rocíamos el hígado graso con una reducción de cítricos y empezamos a tostar pan integral. De repente, se oye el ruido simpático del tapón de la botella : ¡ clouc ! Este año, para ser fiel a nuestra filosofía, se trata de un vino biodinámico de vendimia tardía, elaborado por la afamada familia Muré : menos azucarado que un Sauternes y más sano que una manzana ecológica.

                 Resplandece en las copas, como oro líquido tirando a color albaricoque. El sinnúmero de olores da vértigo : es una espiral sin fin de notas de zumo de litchi, de pulpa de mango, de cáscara de pomelo, de limón verde, de orejones, de pasas sultanas, de panal de cera, ¡ Oh, caray ! ¡ Cáspita ! ¡ Dios mío ! Tras tal inhalación, nos da vueltas la cabeza y vacilamos en probar este vino tan perfumado. Lo sorprendente es que el vino no parece dulce sino casi seco, levemente graso, con la opulencia gustativa de la gewurztraminer - jalea de pétalos de rosas, melocotón paraguayo, pimienta blanca, nuez moscada, pan de jenjibre - y que perdura un buen rato en el paladar con un toque de amargor que recuerda a la naranja china. Bien delineado, nítido, vibrante, armonioso, con mucha clase y lleno de matices terciarios - canela, almendras garrapiñadas - su sabor exuberante y extravagante marida maravillosamente con el plato, tanto el foie como la guarnición de frutas.

                Cinco minutos antes de Año nuevo, pienso en lo que decía Nicolas Joly hablando de La Coulée de Serrant : un gran blanco seco debe parecer dulce y voluptuoso, mientras que un gran licoroso debe parecer seco, redondo pero tan liviano como una pluma : es la eterna paradoja de los vinos excepcionales e inclasificables. Los doce golpes de medianoche tocaron y los fuegos artificiales explotaron : - Un nouvel an pour un nouvel élan ! ( PVP : 15 € )

 

 

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Obiwan Ferran

    Pues mira que estuve en la bodega cuando visitamos Alsacia y nos trataron de maravilla, una gente muy agradable, pero no pillé ningún dulce. Guardo aún algún riesling seco de sus pagos de Vorbourg y Clos St Landelin, que recuerdo que nos gustaron mucho cuando los probamos. Saludos!

    Ferran

  2. #2

    Disfraz

    en respuesta a Obiwan Ferran
    Ver mensaje de Obiwan Ferran

    Nada extraño, Ferran : eres muy simpático. Mira que hay dos categorías de viñateros : los que privilegian lo relacional y los que son muy bordes. Por desgracia, los aguafiestas proliferan aceledaramente : cuando han conseguido una estrella o dos en " La Revue du Vin de France ", se creen el hoyo del queque, como dicen los chilenos. Por aquí - en zonas rurales - la gente suele decir : - Ils ne se prennent pas pour la queue d'une poire !

    Bien à toi / Alain

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