Rojo granate de tendencia hacía lo morado, de capa intensa y menisco rubí clarito. En aromas percibimos un amplio abanico de esencias minerales de corte ferroso con una alta cantidad de frutas maduras negras como la ciruela y flores como la violeta junto con chocolate negro. En boca es redondo, suave, lácteo con mucho cuerpo y carnosidad. La barrica en boca está muy bien integrada tras los largos 30 meses de envejecimiento que tiene este vino, predominan las frutas en boca con un punto de regaliz sencillo y algo de cenizas. Es un vino de largo recorrido, persistente en el tiempo de retrogusto frutal y balsámico.
Color picota granatoso.
Sorprenden las notas ferrosas y cárnicas que asoman inicialmente, recuerdos minerales, fruta negra y especias tras buena aireación conforman un interesante conjunto.
En boca es seco, fresco, con muy buena acidez, crianza muy bien integrada, paso equilibrado y estructurado, amplio y con un final muy largo que deja un original retrogusto que reconcilia con Ribera.
Interesante Ribera.
Rojo granate y fondo amoratado, de capa alta, tiñe la copa y la llena de lagrimas densas y profundas.
Sorprende en inicio con una gama aromática que va del aspecto cárnico, férrico, y sanguino al del yodo y al terroso. Hay mentol, fondo balsámico y mineralidad casi volcánica. La fruta es negra y densa con carga y fuerza para sobrevivir entre tanta negrura y profundidad. Al movimiento surgen flores azules, regaliz, especias picantes, con chicha y densidad, aunque sin apabullar.
La entrada en boca es melosa, se sienten los lácteos, el tacto es sedoso y sabroso, grato punto seco, serio, lo perfila. La acidez va surgiendo entre tanta trama y densidad, lo paladeas, la nariz se traslada por completo, mascas el tostado vigoroso, las especias picantes y el regaliz. Se mueve con ciertos registros novedosos para su zona, siendo el resultado original.
Rojo picota de capa media y menisco granate.
Nariz compleja, atractiva y original, con notas de carne, yodadas, balsámicas y de monte bajo, pedernal y ferrosas, tostados y especias sobre fruta negra y un fondo floral.
Buen ataque y excelente paso con mucha amplitud, sedoso pero vivo en taninos y con buena acidez. Amplio, largo y con una nariz compleja y original. Necesito estos vinos para reconciliarme con la Ribera del Duero, de cuyo perfil más comercial - y no es éste el caso- procuro huir.
Un buen Ribera, marcado por la finura y la precisión. No es opulento ni excesivo. Fruta roja muy fina de media intensidad. Mantiene cierta elegancia, cremosidad, vainillas leves integradas. En boca cuerpo medio, paso liviano, no es pesado, afinado en su tanicidad, frutal