Imperialmente delicioso

Añada tras añada se vuelve a superar y a demostrar la enorme calidad que tiene este pedazo de cava.

La nariz te teletransporta a un mercado en el que te paras en una frutería y te viene primero el aroma de manzana golden, de pera de agua, manzana verde, limones bien maduros... y aromas de la parada que hay al ladito, que te muestra un abanico de flores, de jazmín y de azahar. Sigues caminando y te vienen aromas minerales, de panadería, de frutos secos, mantequilla, anisados, azúcar tostado, notas herbáceas.... Una maravilla compleja y fresca, con toques de especias dulces y picantes, de nuez moscada y suave vainilla.

Y en boca.... una maravilla, con una burbuja viva, pero fina, esos tostados suaves, la fruta nadando en un mar de burbujas, con toques salinos, minerales, ahumados... Y flotando con ella las cáscaras cítricas, la mantequilla salada, croissants, flores, anisados, hierba recién cortada y esas especias picantes y dulces jugueteando en el paladar. La acidez es excelente y su fuerza inmensa. Está tremendo, pero creo que va a tener una evolución en botella muy muy buena (mejor que añadas anteriores me parece). Pero eso es echar las cartas del tarot. Y lo que hay que decir que ahora está.... de rechupete.

Cava de los buenos para tener de fondo de armario y que te hace vibrar.

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