Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una sencilla y antigüa etiqueta en su diseño. El corcho que la cierra de aglomerado e indicando en ambas caras la añada. Está tintada la que está en contacto con el vino.

      A la vista un color rubí de capa media baja. Limpio y brillante. Fina, abundante y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa. Ribete rubí.

      En nariz frescas frutas rojas, abundante monte bajo, madera de su crianza en segundo término.

      En boca es juvenil, fresco, jovial, con poco cuerpo (donde esté Aragón), presencial monte bajo, fino, frutal y alcohólico. Mantiene una fresca acidez que le otorgará 2-3 años de vida. Con los taninos domados. Discreto paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,00 minutos.

Rojo rubí muy poco cubierto con aromas animales a cuero e incluso un poco de estiércol al principio. Luego tabaco y fruta negra, algo de chucheria. En boca tiene buen cuerpo y acidez, potente pero medido en taninos es de paso intenso y amargo, con final largo, incluso licoroso
Domina el sabor a fruta roja y negra, tomillo y pinaza.
Me gustó.

  Color rojo granatoso de capa baja-media.

  En nariz hay que dejarle respirar, en principio los aromas no son limpios, pero con la aireacion la fruta se hace con el vino, ligeros herbaceos recordando el laurel, notas citricas y minerales.

  En boca es fresco, es ligero, afrutado, con buena acidez, toques de regaliz rojo, notas citricas, final de medio recorrido con sensaciones especiadas y minerales. Un vino gastronomico que puede combinar con muchas comidas.