Con la misma impronta que sus hermanos mayores

Rojo cereza algo apagado y no muy limpio, con borde teja y capa media-baja. 

En nariz sale bastante cerrado, ofreciendo al principio unas austeras notas metálicas y cárnicas. Aunque poco a poco va aclarándose y desplegando fruta, esta tonalidad no es su mayor fuerte. Además, logramos percibir toques a flores secas, menta, leña, fósforo y mineralidad.

La boca sigue la misma dinámica: recta y algo descarnada. Con una buena acidez y un excelente trabajo de alcohol y barrica, nos recuerda a sus hermanos mayores por sus formas; esos toques a hierro y sangre también los hemos detectado en los Nuits-Saint-Georges villages y 1er cru a lo largo de diferentes añadas.

El final de intensidad media-alta, ofrece un deje punzante y pedregoso.

Creo que está en su momento óptimo de consumo.

 

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar