Van un catalán, un alemán y un gallego....

Y se unen en este vino!!!!!

Había probado la 2013 y al ver esta 2015, me la jugué y pensaba que estaría demasiado joven, pero, si bien es cierto que le queda por crecer, estaba muy disfrutable. Su color limón ligeramente apagado, te hace ver que es algo delicado, pero nada más lejano, ya que en nariz se muestra con energía.

Hay fruta blanca, manzana, pera de agua, melocotón, cítricos, herbáceos, flores, mineralidad... una nariz marcada y que aún se expresa tímida, pero que tiene muchas ganas de crecer, y que fue haciéndolo durante la cena saliendo más tarde ligeras notas salinas, de mango y melocotón.

En boca tiene una acidez afilada, notas cítricas, florales, de fruta blanca con ciertos toques verdosos, pero nada molestos. Hay salinidad, mineralidad, flores, piña, mango, herbáceos y notas de tomillo.

Joven que necesita un poco de tiempo para mostrarse en plena forma.