Estupenda la boca la de este Iohannes 2009 que evolucionará bien en botella

Botella sacada de vinoteca a 14ºC, descorchada y colocada en recipiente térmico (la idea es que el vino no se nos vaya a 19-20ºC de temperatura ambiente y se nos vuelva licoroso y alcohólico de más).

Excelente botella: de vidrio muy grueso y de peso y empaque.

Etiquetas modernas y de diseño diferente.

Cápsula de muchísima calidad.

Corcho estupendo: largo y de buen grosor, bañado en vino rojo picota granatoso por el interior hasta aproximadamente 1 cm.

Visual: rojo picota de capa media-alta, ribete cereza-transparente con ligerísimos destellos granatosos y donde apenas se vislumbran todavía atejado alguno, limpio, brillante, de buena y muy abundante lágrima de rápida caída. Me gusta la visual.

Lo tengo ya aproximadamente 20 minutos descorchado y vamos a las fases más serias teniendo en cuenta que el vino en copa andará en unos 17ºC de temperatura, es decir, perfecto para la olfativa.

Nariz: de muy buena intensidad a fruta negra bastante madura y licorosa, algo de fruta roja muy madura también; a copa parada hay ya bastantes balsámico-mentolados, regaliz, especiados; a copa movida salen más esos aromas y aparecen tabaco de pipa y ligeras notas florales, ligerísimo acetato de etilo (pegamento), hierbas de monte, notas minerales y, sobre todo, un buen fondo de notas vegetales que me recuerdan muy levemente al pimiento verde asado.

Se aprecian también, dejando pasar algo más de tiempo y moviendo copa, algunos aromas a: tostados, clavo, toffee, chocolate, algunos torrefactos, ligeros lácteos todavía (parece chocolate con leche ó, más bien, chocolate blanco), barnices/pinturas (más que laca de uñas en sí).

Bastante complejo y cálido aunque con un ligero punto de frescura dado los potentes balsámicos que posee.

Boca: ataque potente pero, a la vez fino, elegante, sedoso, golosete, fresco, mucho más fresco que lo esperaba a tenor de la madurez de su fruta en nariz junto a ahumados y tostados. Es un vino de excelente estructura, equilibrado, de buen cuerpo, de tacto en boca aterciopelado, profundo, de buena densidad pero nada excesiva, fácil de beber, fresco a tope, de largo recorrido y de taninos marcados y potentes pero, a la vez, muy bien trabajados y excelentemente pulidos ya (aunque con muchísimo margen de pulido en botella, esa es la bonita paradoja). Es un vino de final largo, con retrogusto a fruta negra muy madura, y con retronasal con esa fruta más notas a maderas nobles, especiados, balsámicos, algo de cueros, ahumados y, sobre todo, tabaco de pipa.

Excelente boca: potencia y corpulencia controlada, redondo, sabroso, fresco, con más acidez y equilibrio de la esperada; un vino más vertical, algo menos amplio y con menos fruta licorosa de lo que aventuraba la nariz.

Magnífico y muy rico!! Siendo la nariz compleja y buena, la boca me ha gustado mucho más.

Por otra parte, apuntar que, a pesar de estar en un muy buen momento de consumo ya, por su acidez, variedades empleadas (Cabernet Sauvignon mayoritariamente + Merlot), estructura y, sobre todo, tanicidad (todavía con mucho margen de mejora), creo que bien conservado este vino aguantará perfectamente 10 años más (me han aguantado ese tiempo vinos muy inferiores a éste en cuanto a todo lo apuntado antes, por lo que no me cabe duda de que evolucionará y aguantará bien al menos una década más en botella).

La RCP me parece que es buena para lo que ofrece, potencial capacidad de guarda y, por supuesto, teniendo en cuenta que es un vino que no es nada económico (ronda los 30€ PVP en tienda).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar