Picota granatoso con reflejos granate. Nariz de buena intensidad y bastante expresiva, con un cierto carácter lácteo, algunos toques de cueros, notas de caramelo de violetas, recuerdos a cassis y un fondo de bosque umbrio con suaves toques de violetas ajadas. Tiene buen ataque, también un suave carácter terroso, algo justo de acidez, de cuerpo medio y recorrido razonable, con un paso por boca en el que aparece alguna astringencia.

cereza granatoso de capa media, algo turbio, borde anaranjado, con mucho precipitado. Nariz de buena intensidad, aromas de fruta negra, grosellas, y tostados suaves (carbonilla, cremosos, vainilla, especias ahumadas, caja de puros) junto a un brusco apunte vegetal de fondo. Necesita de aireación para suavizarse, danddo notas de tierra mojada, maderas viejas. En boca es más joven que otras añadas de la misma marca, aunque mantiene la misma acidez y estructura de las dos añadas anteriores. Una cantidad destacable de fruta negra y de madera tostada, de calidad (aquí se nota que hay dinero detrás de este proyecto). Probado junto al Duetto 1997 no ha resistido la comparación. Un vino más que correcto y muy sincero pero que se ve fuertemente penalizado al intentar plantarle cara a su hermano mayor. Muy bien hecho. Se nota que los elaboradores le han metido mucho cariño y medios pero algo no ha acabado de funcionar. Todo está en su sitio, pero no emociona.

Ayer por la noche descorché una de las cuatro botellas que me quedan. Para mí el mejor vino de México,(1999) sigue evolucionando y todavía tiene mucho que dar. Color rubí, menisco terracota. Nariz firme, con mucha fruta y notas de cuero fino, algo de pimienta negra de fondo. Acidez muy buena y alcohol integrado. Tengo fe que evolucione a favor otros años más.

Mal que me pese y siendo también un detalle de un buen amigo el vino no logró emocionarme, aunque debo reconocer que dos días después de la cata inicial y con comida resultó algo más placentero. La fruta aparece muy madura, lo que le da un toque goloso y exuberante. Notas tostadas, algún recuerdo a azúcar quemado, suaves recuerdos ahumados, alguna nota de maderas aromáticas (caja de puros) y un final algo mentolado. En boca reaparece la sensación de madurez, lo que le da densidad y cuerpo pero la acidez que no pasa de correcta no lo aligera, buen recorrido y buen ensamblaje.

Para contrapuntear el espantoso Barbera en Vertical que catamos, nada elegante en nariz, el organizador de la cata nos ofrecio quizas el mejor vino del Valle. Se aprecia una consistencia elegante, color rojo granate con piernas adecuadas y se desliza sedoso en la copa. En nariz siempre conservando su aristocracia, olores sutiles a madera, mantequilla, hongos portobella. En boca nos confirma esa nobleza, sabores a frutas rojas y un sabor elegante a mantequilla, persistencia en boca de 7 segundos quizas un poquito mas, retroboca agradable. Vino muy equilibrado. Caro para los 50 E que cuesta.

Dejando de lado que este vino es el favorito del buen Benjas, y --por mucho que me cueste-- olvidando que esta botella fue un regalo de él en Barcelona, tengo que reconocer que es un caldo delicioso pero que no me emocionó. Me pareció totalmente maduro, armónico, expresivo, aunque sin muchos matices. La fruta se funde con la crianza de manera muy elegante, pero lo percibí muy dulce no en la fruta per se sino en una falta de acidez que le resta firmeza al conjunto. El final, sabroso y con notas de grosellas y cuero, no tiene lo suficiente en reserva para sugerirme que puede seguir evolucionando mucho más. Con todo, es de los cuatro o cinco mejores vinos tintos que México tiene que ofrecer.

Después de la excelente añada de 1997, debo reconocer mis altas expectativas para este vino. Rubí de capa media y ribete rosado. Aromas limpios a fruta roja algo de pimienta negra, trufa y cuero fino con un fondo mineral. Evoluciona integrando la fruta con sus aromas terciarios, aparece un aroma a caja de puros y nuez moscada. En boca es menos expresivo que el 97 , después abre con elegancia aunque sus taninos siguen verdes y se percibe cierta acidez. Promete evolucionar a favor por lo menos en los próximos 5 años.