Clasicismo del bueno en estado puro después de 26 años

Corcho que extraemos con sacacorchos de láminas más o menos entero (aunque roto en varias partes). Sacamos con el mango de una cucharilla limpia las pequeñas partículas de corcho caídas al vino (3-4, muy pocas).

En este caso, no decantamos el vino pues tiene muy buena intensidad desde el descorche y preferimos ir viendo cómo evoluciona en la copa y botella durante las horas.

La botella la mantenemos en jarra térmica para que esté entre 16-17ºC (frente a los 24ºC ya de temperatura ambiente en casa en estos calurosos días de abril).

Visual: ligero cereza claro anaranjado ya de capa media con ribete atejado transparente que denota sus 26 años de vida. Limpio, opaco (parece turbio sin estarlo) y de buena y abundante lágrima de rápida caída.

Nariz: Desde el inicio intensa, lo cual a la hora se intensifica bastante siendo alta, tenemos fruta roja y algo de negra muy madura pero, a la vez, algo ácida (frutos ácidos), hojarasca, tierra húmeda, notas vegetales, toques acrílicos (barniz, pegamento), trufa negra, flores marchitas y ajadas, tostados poderosos, finas maderas, tabaco rubio, caja de puros, mueble viejo, cueros, ligeros recuerdos a chocolate, musgo, monte bajo, cenizas, madera seca de barbacoa, ahumados y sutiles balsámico-mentolados. Complejísimo y bastante intenso.

Claramente la nariz es incluso superior a la de la botella anterior (las sensaciones son superiores y mejor de lo que esperaba de este vino).

Boca: ataque fresco y carnoso, todavía con fruta entre ácida y pasificada muy peculiar, seco pero sabroso, de medida y contenida potencia, muy buena acidez y frescura, buen volumen, estructura notable y cuerpo medio-alto expansivo y con fondo de maderas en el paso por boca, peso medio en boca muy elegante y equilibrado en todos sus componentes (alcohol, acidez, taninos, azúcar,...). Final de buena longitud con notas a fruta roja algo ácida, especiados, regaliz, balsámicos, herbáceos y musgos, trufa y champiñón en retrogusto; la vía retronasal la inundan aromas balsámicos, a finas maderas, tabaco rubio, monte bajo, atrufados, humedad y ligera pimienta blanca que lo redondean enormemente bien.

Si la primera era buena, creo que esta segunda aún ha salido mejor botella que la primera descorchada (será corcho, momento, botella, etc... no sé). Muy grande sin ningún tipo de decantación y para dejar unas horas hasta esta noche en que lo terminemos de rematar.

Excelente RCP por el precio pagado (sin ningún tipo de paliativos).

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