20 meses han transcurrido desde la última botella bebida de este vino. ¿Qué me he encontrado?.
El corcho, cuando es de calidad, perfectamente conservado. Eso sí la cara que ha estado en contacto con el vino muy tintada. Mantiene su capa y su color pero aparecen ligeras notas teja. Ribete granatoso y débil teja. Continua con su lenta y abundante lágrima que tinta ligeramente el cáliz de la copa.
En nariz es muy vinoso. Con mucha fruta roja madura. La madera de su crianza integrada y en segundo plano. Nada de terciarios.
En boca muy elegante, vivo, sabroso, equilibrado, muy frutal, sedoso, madera integrada, balsámico y aterciopelado. Con los taninos bastante domados y manteniendo una viva acidez que invita a beber y que le otorgará varios años más de vida, pero considero que este es el punto óptimo de consumo. Grato, elegante y sedoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de casi 4 minutos.
Han transcurrido 6 meses desde la última botella bebida de este vino. No describo la botella y vestimenta por haberlo realizado anteriormente. Si he de decir que el corcho, cuando es de calidad, permanece en buen estado, tintado la cara que contacta con el vino y significando la añada.
A la vista muy poco ha variado, puedo decir que está igual. Limpio y brillante, muy buena y lenta lágrima y con el ribete granatoso, rubí y débiles notas teja.
En nariz, con buenas y maduras frutas rojas del bosque, madera de su crianza integrada y en segundo plano. Notas de pimienta negra, flores violetas y balsámicas.
En boca está elegante, sabroso, fino, equilibrado, con menos volumen en alcohol que otras añadas. Los taninos domados y la madera de su crianza bien ensamblada. Con una fresca y fina acidez que invita a beber y que le va a dar varios años más de vida. Elegante, voluminoso, sedoso, carnoso y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos.
Nada de precipitación en el fondo de la botella.
Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una sencilla y elegante etiqueta. El corcho que la cierra de calidad, señalando en el mismo la añada y el nombre de la bodega, y en muy buen estado. Eso sí la cara que está en contacto con el vino tintada.
A la vista un color rojo picota de capa media alta. Limpio y brillante. Muy buena, abundante y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa. Ribete rubi y con ligeras notas teja.
En nariz buenas sazonadas y abundantes frutas rojas. Notas de mineralidad y de pimienta negra. Con la madera muy bien integrada. No destaca.
En boca es legante, fino, sedoso, con volumen, carnoso, frutal, la madera sin destacar y muy bien integrada. Con los taninos domados y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le va a dar varios años más de vida. Elegante, frutal y sedoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos muy sabrosos y gratos.
Un buen St. Emilion que ha de esperar algo más en botella para desarrollar todo su potencial. Color rojo cereza picota. En nariz aromas de fruta roja junto con notas de bosque húmedo, aromas especiados. La madera aparece muy bien integrada. En boca muy buena entrada y paso de boca, un vino sabroso, con unos taninos de calidad, es profundo, fresco y largo. Mejorará.