Este fue uno de los primeros grandes vinos que tuve oportunidad de probar

Este fue uno de los primeros grandes vinos que tuve oportunidad de probar hace algunos años. Me ha traido recuerdos intensos de la impresión que me produjo entonces; ¿cómo un vino podía dar tanto, ser tan fragante, ser tan delicioso?. Este vino es pura delicia, una golosina. Colores cereza oscuros, ribetes evolucionados (pero denotando que aún tiene vida por delante), capa alta, denso. Presencia en nariz de la fruta: zarzamoras, frutos negros, ciruelas; recuerdos de sotobosque, musgo al atardecer, especias -vainilla, frufa y pimienta, sobre todo-, cueros; apuntes de torrefacto y tostados. En boca sorprende su frescura, buen ataque, extraordinaria complementación fruta-madera, taninos dulces, sabroso, equilibrado, buen cuerpo, fragante y sedoso. ¡Señores, qué gran vino!

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