Muy cerrado

Rojo picota con borde teja. Limpio y brillante, aunque conviene decantar, ya que al final queda gran cantidad de poso. Capa media-alta.
En nariz se muestra inexpresivo en un primer momento, con leves tonos metálicos. Tendríamos que haber esperado mucho más tiempo, pues no ha terminado por mostrar todo lo que lleva dentro, de hecho la botella que me bebí hace un año y medio estaba mucho más accesible. El aire ayuda a que aromas a moras, grosellas, pimiento, regaliz, cedro, balsámicos y algo de mineralidad empiecen a despuntar.
Boca fina, con acidez, y una madera y alcohol bien trabajados. Fruta, especias, madera húmeda, carne cruda, sangre y un atisbo pedregoso. De todas formas le ha faltado pegada.
Final de intensidad media.
Un buen vino, con recuerdos característicos de la zona que sin embargo no ha conseguido enamorarnos. Seguro que la paciencia habría obrado en su favor.

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