Precioso color amarillo dorado con tonos verdosos, de sorprendente brillo

Precioso color amarillo dorado con tonos verdosos, de sorprendente brillo y transparencia. Nariz potentísima, impresionante, en la que inicialmente sobresale una excelente madera, muy especiada (canela, vainilla) a la que poco despues se incorpora la fruta (piña, manzana, fruta tropical). Gran complejidad. No cesa de evolucionar en la copa durante mucho tiempo. En boca, sus 14.9º no molestan lo más mínimo. Graso, glicérico y con una estructura robusta. Muy, muy largo. Uno de los blancos secos que más me han impactado. Para repetir, si el bosillo lo permite.