Uno de los iconos de Borgoña, en este caso no es su mayor vino, el mersault, pero podemos apreciar la buena elaboración, el cuidadoso esmero en la selección de la fruta y los tiempos en barrica, pues el vino es grandioso, matices de los niveles superiores, cítricos bien presentados sin acidez herbácea, maduro, notas de miel de acacia y melón maduro, junto a la magnífica manzana asada al horno, final con rastro caramelizado.

Amarillo dorado algo pajizo. Aromas netamente a tostados y madera, lacteos, mantequilla, queso y detrás y aumentando con la oxigenación heno y herbáceos, algo de manzana verde y finalmente con el tiempo algo de mineralidad (piedra, granito). Globalmente nariz muy elegante. De muy buen cuerpo, fuerte acidez, de recuerdos cítricos: limón maduro. Paso por boca con peso, graso, serio. Final discreto, elegante de tostados de crianza y hierba fresca, algo de persistencia. Muy correcto, serio y buenas maderas. Muy buena la combinación de la fuerte acidez con la crianza. Lo que más sorprende es ver que ya tiene casi 6 añitos y parece del 2.000 ... Costó 14 euros y la vida que le queda aún...