Saca del 2003.
Botella que ya venía abierta. Con notas más jóvenes que la saca anterior (2002), marca del refresco de la solera, acompañando a la profundidad y vejez de aromas que lo caracterizan. En boca un punto más goloso pero, como siempre, terriblemente elegante y equilibrado.
Sigue siendo un PX maravilloso.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.