Color ambarino, con destellos dorados y marrones, ligeramente velado y sin presencia de burbujas.
Nariz casi mágica, envolvente, complejísima, de las que uno no puede dejar de oler: croissant recién horneado, frutos secos, notas ahumadas, fruta blanca asada, leves amielados, corteza de naranja, trazas minerales… Bufff.
En boca tiene aún mucha garra, inunda la boca, con estructura, sabroso, notas frutales (manzana, ciruela, membrillo), setas, toffee y finos especiados, aun con la acidez muy viva. Final muy largo, ligeramente cítrico y amargoso.
Krug siempre es un mito, pero estas viejas botellas se rodean de un halo mágico que atrapa. Obviamente, se asemeja más a un gran vino borgoñón que a un champagne por esa escasez de carbónico, pero no hay duda de que es un vino enorme. Para casi la mitad de los catadores fue el mejor de la sesión.
Acceso a la cata completa en el siguiente link:
https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/1324697-ii-cata-champagnes-prestige-viejunos