¿Pero qué narices son los vinos pipeños?

O qué tengo delante de mis narices, podría ser el título.

A más de uno dejó este vino sin habla. Por no decir que no les gustaba nada o por no saber por qué les gustaba. Ahí lo que me pareció a mí.
Nariz de buena intensidad, rara, sí, pero yo a eso le llamo personalidad, con unas notas minerales que sorprenden, con unos herbáceos que casi recuerdan la raspón, con una fruta negra tirando a verde, pero que no molesta, le da otras sensaciones olfativas, un punto especiado, pero con especias exóticas y un fondo de monte bajo.
En boca tiene un buen ataque, con ciertas notas herbáceas, casi vegetales, fruta negra, notas resinosas que refrescan el conjunto, tanino pulido y bien integrado.

Me gustó, peculiar y con carácter pero, ¿no es eso lo que buscamos en un vino?

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