O qué tengo delante de mis narices, podría ser el título.
A más de uno dejó este vino sin habla. Por no decir que no les gustaba nada o por no saber por qué les gustaba. Ahí lo que me pareció a mí.
Nariz de buena intensidad, rara, sí, pero yo a eso le llamo personalidad, con unas notas minerales que sorprenden, con unos herbáceos que casi recuerdan la raspón, con una fruta negra tirando a verde, pero que no molesta, le da otras sensaciones olfativas, un punto especiado, pero con especias exóticas y un fondo de monte bajo.
En boca tiene un buen ataque, con ciertas notas herbáceas, casi vegetales, fruta negra, notas resinosas que refrescan el conjunto, tanino pulido y bien integrado.
Me gustó, peculiar y con carácter pero, ¿no es eso lo que buscamos en un vino?
Color picota vivo y brillante. Nariz "difícil" que necesita algo de trabajo en copa para dar paso a un carácter goloso, con jugosas notas de fruta negra y algo de monte bajo cobre un dulce recuerdo a flores moradas. En boca tiene materia, con un tanino dulce, fresco, con estructura media y notable longitud. Uno de los vinos de la cata 251 de la Penya La Verema. Muy original incluso en un contexto de vinos poco comunes.
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