Botella abierta con media hora de antelación.
De color rojo picota de capa media, ribete rubí y lagrima densa que tiñe ligeramente la copa.
En nariz se aprecian aromas de fruta roja fresca, frutillos silvestres, notas florales y vegetales, apuntes minerales y un interesante fondo de tapenade.
En boca sorprende por su frescura, su ligereza y su afilada acidez, taninos que aún se dejan notar y un postgusto de medio recorrido con recuerdos frutales y vegetales principalmente.
La syrah nacional que mas me ha gustado hasta el momento.
Gracias al amigo Josean por el descubrimiento, habrá que seguir de cerca los vinos de Ramón Saavedra.

Rojo amoratado de capa media con ribete frambuesa.

Nariz algo reductiva y oxidativa en la que hallamos aromas a fruta roja (fresa y frambuesa), violetas y toques de pólvora.

En boca muestra cuerpo medio, elevada acidez, enorme frescura y unos taninos un tanto secantes. Los frutos rojos dominan el conjunto, apareciendo también puntitas cítricas, toques amargosos y vegetales y notas minerales. Persistencia de mediana duración.

Interesante vino, con un perfil alejado de lo que entendemos por vino mediterráneo. Fresco, frutal, con chispa y muy fácil de beber.