La finura de la monastrell, la madurez del Mediterráneo

Picota oscuro y cubierto con destellos granate. Nariz intensa, madura, concentrada, fruta negra en sazón, suaves tostados, suaves toques minerales sobre un fondo fresco. En boca tiene buen ataque, hay materia, buena acidez, sobre un tanino muy fino, pulido y bien perfilado, estructura firme pero ligera, notable persistencia. Sólo 13,5º que lo aleja de la potencia alcohólica de otros monastrells de la zona.

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