Seguimos con las mismas percepciones

Segunda botella de este 2012, y seguimos observando mucha clase. Como decía en mi anterior comentario, creo que es la mejor añada que he probado de este vino, superior aún a 2005.
Picota cubierto con borde rosa, limpio y brillante.
Fruta. Hay muchas más cosas, pero los toques a cereza, mora y grosella van por delante de todo lo demás. También, balsámicos, regaliz, betún, cedro, vainilla, chocolate negro y mineralidad. Algún matiz a barnices, sello característico de la Casa, debería ir mitigándose.
Boca compacta, con mucha acidez y un alcohol más comedido que en anteriores ediciones. La madera tampoco camufla las notas primarias, pues éstas siguen sindo protagonistas indiscutibles del conjunto.
Final largo y frutal.
Muy bueno. Complejo y con un recorrido inmenso.

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