Mi cata nº 100 tenía que ser algo especial
Y me reservaba un vino de Algueira para celebrar mi primer centenario.
Botella tomada en el restaurante de Algueira.
Siguiendo los consejos de Kintiman que me dijo que este vino era el que encontraba más hecho, fue la que pedimos, ya que sólo tenían la añada 2012 (están vendiendo un montón y se les agota el producto... por algo será).
Este vino es pura finura, delicadeza, pero con el cuerpo necesario para combinarse con unos exquisitos mejillones como con un chuletón de ternera gallega.
Color rojo picota de capa media, ribejete granate, lágrima densa pero transparente
En nariz mineralidad a raudales, marca de los vinos de Fernando, con ahumados, frutas del bosque, fruta roja, flores como violetas, notas vegetales... Muy complejo, pero fino.
En boca la mineralidad aparece a raudales, como si estuvieras bebiendo de una copa de pizarra. Fruta roja fresca, una excelente acidez y unos amargores que invitan al trago y te hacen salivar, pero de placer.
Un placer de vino, del que va a ser complicado encontrar existencias, pero que en un par de años estará tremendo.
Gracias por ser como eres Fernando y haber elaborado estos vinos desde el viñedo.
