No sé qué extraña relación amor-odio-reconocimeinto tiene mi nariz con la cabernet sauvignon.
Oye, es que abren una botella en la acera de enfrente y digo ¡Oño! ¿Quién está bebiendo cabernet sauvignon?
Me ha gustado todo de este vino: la botella, la etiqueta, el corcho y por supuesto el contenido.
Tendrá recorrido? Sí. Mejorará? Posiblemente. Está bueno hoy, que a fin de cuentas es lo que importa? Sí, mucho.
Cuando se abre, la nasal es compleja y de cierta intensidad: pimienta negra-pimientillo verde confitado, frutas negras en sazón, notas como de algas, punto de tapenade...
Y en boca es esférico, voluminoso, equilibrado. Ni frutal ni vegetal. Ni maduro ni verde. Ni ácido ni amargo. Ni fresco ni cálido.
Gustoso, honesto.
Persistente.
Bien, bien.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.