Manual de excelencia

Botella con nada menos que ¡77 años a sus espaldas!... ver para creer. Y aún hay quien dice que los blancos en España no tienen potencial para envejecer…

Color amarillo marronoso, casi amontillado, de cierta turbidez, lagrima gruesa y sensación de grosor.

Nariz reducida que parece confirmar las sensaciones que avanzaba el color, de vino evolucionado y en declive, que nos hizo dudar. Craso error, como si el vino nos hubiera oído y se sintiese ofendido, empezó a abrir y a mostrar virtudes sin parar. Infinita complejidad que va desde los sutiles enranciados de inicio a los de flores secas, de los cítricos (caramelo de limón) a los dulces (mantequilla, vainilla), pasando por toques de fruta madura y recuerdos minerales.

En boca aparece ya desatado, poderoso, con mucho peso y profundidad, con una acidez impactante que hace salivar, fresquísimo y con una amplitud de registros arrolladora, y se va despidiendo poco a poco, como si no quisiera desaparecer nunca, dejando tras de sí toda una lección de clase… “¿Y ahora qué?” parece insinuar.

Esta es la definición de lo que es un vino blanco riojano tradicional con años; para figurar en los manuales de enología. Poco más hay que decir.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar