Picota de alta y nariz con buen peso de fruta, notas lácteas, tostados y mentolados. En boca la acidez es fresca, con el tanino dando buen tacto y las notas de madera bien integradas.
Pues parece que en Madrid se mueve algo más que la garnacha, como este vinazo que bien merece la pena, aunque le quede mucha botella para estar en su momento óptimo.
Picota de capa alta.
Nariz de buena intensidad con aromas de fruta negra madura, notas balsámicas, lácteos, especiados y un punto tostado final. Las notas de tierra mojada se integran con las notas frutales, con un punto de incienso, regaliz y café con leche.
En boca es carnoso, con una excelente acidez, tanino presente pero con buenas hechuras, lácteos... Para mi gusto es un vino con demasiada extracción, de esos corpulentos con los que se hace difícil comer, pero no me parece un mal vino, simplemente, no es mi estilo.
Lo malo... el precio, que se dispara considerablemente.
Color rojo picota de capa media-alta en el que sorprende su tonalidad amoratada y brillante en un vino de seis años.
En nariz es muy intenso, con una variada paleta de aromas desde los balsámicos de pino, a la fruta roja madura, pasando por los lácteos cremosos, especias (pimienta negra) arbustos y monte bajo.
Con tiempo y mayor oxigenación las especias crecen y aportan un mayor relieve aromático.
En boca es curioso porque empieza fresco y acaba picante. Sabores frutales y tacto muy agradable, su contraste de inicio a fin marca también un desarrollo de estructura que comienza liviana y termina suavemente musculada.
El único pero: el precio. Más de 80€ hace daño a la cartera a pesar de ser un buen vino madrileño
Color rojo picota oscuro, menisco rojizo, capa alta, lágrima suave.
En nariz hay buena intensidad de aromas a frutas negras y rojas, vainilla, canela, pimienta negra, frutos secos, regaliz, toffe.
En boca tiene buen cuerpo, frutas negras maduras, chocolate, regaliz, toques minerales, cierta acidez, buena estructura, complejo, taninos correctos. Buena persistencia.
Un vino que no se hace todos los años, sin pertenecer a ninguna D.O., con variabilidad de uvas y madera según necesidades del vino.