Y sigue creciendo

Porque tiene una chicha tremenda, un cuerpo, acidez, complejidad, gracia, espíritu del Priorat en cada sorbo, alegría en cada gota, pasión en cada botella.

Mineralidad, fruta, especias, especias, jugoso, alma, pasión y sobre todo, disfrute. Un vinazo con todas las letras. Y le queda cuerda con la acidez que tiene, ganando finura, pero aún con una fruta deliciosa, potente, gustosa... Es un vino que cada día que pasa, me maravilla más.

Gracias por hacer maravillas como estas que te transportan a esas terrazas del Priorat, con esas maravillosas vistas y esos olores a campo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar