Pues a quienes lo vendimiaron no, creo que los conozcas, pero afortunadamente conoces al que encontró la botella... Je je je
No puede faltar en la cata histórica de Segovia, así que tendremos afortunadamente ocasión de volver a disfrutarlo
Saludos
Ambarino con destellos yodados, ligeramente turbio.
Nariz con buena intensidad, un auténtico curso de cata por sí mismo. Al principio algo tímida, con toques oxidativos, pero al rato de estar en copa comienza el espectáculo: flor seca, frutas muy maduras, especias dulces, maderas nobles, frutos secos, infusión de hierbas, tonos balsámicos, almizcle, tierra mojada…tremendo, de verdad algo complicado de describir, hipnótico, cambiante, alucinante.
En boca tiene una fuerza, una acidez y una tensión que descolocan. Poderoso y armónico, potente y elegante, con una finura excepcional pero todavía con pegada y mucho que decir. Largo y persistente en el final, quedando recuerdos de frutas maduras, frutos secos y especias, invitando a seguir bebiendo por su redondez.
Señoras y señores, con ustedes la cuadratura del círculo, el vino imposible. Lo que daría yo por conocer a quienes vendimiaron estas uvas en 1955 y a quienes vinificaron esta joya. Quien les iba a decir que 58 años después unos “chalaos” se iban a beber una botella de esto y esa botella iba a ser una de las mejores de todas sus vidas. Y así ocurrió. Inolvidable.
Pues a quienes lo vendimiaron no, creo que los conozcas, pero afortunadamente conoces al que encontró la botella... Je je je
No puede faltar en la cata histórica de Segovia, así que tendremos afortunadamente ocasión de volver a disfrutarlo
Saludos
Por supuesto que sí, de no haber sido por tu incansable labor de búsqueda y negociación nunca hubiéramos podido probar esta joya. Pero lo que está claro es que ahí había una calidad de uva formidable y que las personas que estaban detrás de esta obra sabían lo que hacían. Espero que las de Segovia salgan cuando menos casi tan buenas como esta…
Saludos,
Eugenio.
Bueno, es español porque es Riojano, pero realmente es un vino universal, un auténtico monumento. Piensa en los mejores blancos del mundo, yo qué sé, Montrachet, Chevalier, Clos de Sainte Hune, los viejos Huet…esta botella de Diamante está en esa liga. Yo creo que es el mejor blanco nacional que he probado junto con Tondonia GR 1957 y el Corona Semidulce 1939.
Saludos,
Eugenio.
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