Casi un mes después.

Otra botella disfrutada.

En esta ocasión la acompañé con un coctel de gambas blancas con salsa rosa casera y con unas lechugitas y olivas verdes. En general estuvo bastante bien, dio realce sobre todo a los crustáceos, aunque no a la salsa y las "verduras".

En general sigue con su nariz frutosa, floreada y con buenas notas verdes y algun tostado y la boca bastante fresco y frutal, con toques de elegancia y buena complejidad. En definitiva un vino que vale más de lo que cuesta.

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