Tres años después... ha valido la pena la espera.

Tres años después volvemos a catar este vino que encontré escudriñando por la bodega y que me traje a Ecuador. Abrimos y nos encontramos un corcho largo, compacto y tintado apenas 2 mm en su base. Lo dejamos respirar por espacio de hora y media y servimos a 18°C:

VISUAL: Muestra un bonito color rojo picota de capa alta con el ribete amoratado. Lágrima abundante, densa y esbelta (92).

OLFATIVA: A copa parada hay notas intensas a mermelada de moras y unas curiosas como de alcanfor. Al agitar asoman aromas balsámicos de eucalipto, especiados de pimienta, herbáceos de estragón, apuntes de regaliz y de nuevo ese puntito mentolado (after-eight). En la gama terciaria desprende notas amaderadas, tostados de la barrica, cuero curtido y tabaco inglés. Al final se intuye un sutil toque mineral a tinta china. De intensidad media y elegante complejidad (91).

GUSTATIVA: En boca presenta un buen ataque, potente, amplio, con una alta acidez y con los taninos muy dulces después de estos añitos en botella. Se ha redondeado espectacularmente, fruta y madera en pura armonía, suavidad y elegancia a raudales. Además la mineralidad es notoria dándole un plus de prestancia y señorío. En retronasal nos muestra de nuevo apuntes acompotados, recuerdos de regaliz, sutiles notas florales de violetas y una clara presencia del roble, perfectamente ensamblado. Su persistencia es de casi tres minutos. Está en un punto álgido, redondito, aterciopelado, una delicia para el paladar. Ha valido la pena la espera, se ha hecho un hombre de provecho, je,je... Lástima que es nuestra última botella. Un gusto haberle conocido!! Ahora sí digo que se merece ese 92, je,je...(93).

La RCP la considero excelente. Muy difícil mejorar esto, menos de 8 euros, 20 meses de barrica y un finalmente un vino excepcional.

Maridamos esta botella en dos ocasiones. En la primera acompañó unas lentejas que borda mi mujer y en la segunda unos filetes de ternera con setas y pimientos. Con las lentejas excelso, el puntito mineral le fue al pelo a nuestras legumbres y con la ternera y las setitas lo mismo, tanto la mineralidad como su lado frutal y floral fueron el complemento perfecto. Qué gran vino compramos y qué bien ha evolucionado, delicioso.
Salud-os!!