Magnífico Toro.

20 meses han transcurrido desde la última botella bebida de este vino de Toro. ¿Qué me he encontrado?. El corcho se me ha roto por la mitad, pero lo he podido arreglar.

      El vino, ¿como estaba?. Pues muy, muy bueno. Mantiene fuerza , finura, elegancia, equilibrio, volumen, carnosidad, con las frutas negras muy abundantes y en sazón, la madera de su crianza muy bien integrada. ¿El ribete?, pues granatoso y con débiles notas teja. Vivira varios años más. Una lástima pues creo me queda una sola botella.

       Muy agradable, elegante, corpulento y domado paso de boca. Sigue sienso, muy largo. Me da una permanencia de 4,00 minutos.

        Al final de la botella una pequeña precipitación, pero no tiene ninguna importancia.