Bar de pintxos de referencia en la bella localidad de Hondarribia. Después de un buen paseo por su casco histórico, merece la pena bajar al barrio de La Marina y acercarse a este bar donde la fiesta gastronómica está garantizada, dada la creatividad y el buen hacer de buena parte de sus pintxos por parte de Micaela. Sin embargo, Bixente Muñoz es el ideólogo de este local que diseña los pintxos como pequeñas obras de arte culinarias.

Sábado a mediodía y a tope de gente de la localidad y de franceses, tanto en la terraza como a lo largo de su barra llena de pintxos tradicionales. Nos hicimos un hueco al fondo donde pudimos, pese a las lógicas incomodidades de ser zona de paso, seleccionar y disfrutar de algunos de sus pintxos más reconocidos (todos los que pedimos se preparan al momento y te avisan por tu nombre cuando salen de la cocina).

Servicio muy ágil y atento pese al bullicio.

Tomamos para tres personas:

- 3 x Foie con queso (Foie con queso caramelizado y reducción de mosto con mostaza de la abuela): Buen pintxo de foie micuit con queso de cabra planchado, no especialmente original, pero bien preparado y gustoso.

- 3 x Hondarribia (Tosta de bacalao ahumado con pimiento del piquillo, foie y dulce de melocotón): Uno de los más premiados y con razón. Equilibrio de sabores y delicadeza.

- 2 x Huevo mollete (Huevo sobre migas de pastor y chipirón y jugo de ave): Gran decepción por este otro premiado. Sinceramente, mi chaval y yo no pudimos identificar ninguno de sus ingredientes, ni siquiera las migas. El huevo que debería haberse presentado con la yema fluida estaba completamente cocido. Quizás en otro momento de menos histeria colectiva...

- 1 x Bocadillo (panecillo con muslo de pollo, bacon, crema de hongos y nuestro secreto): A mi señora le encantó a pesar de la sencillez de sus componentes.

- 2 x Txipirones (txipis con arroz negro, foie y crujiente de pan en su tinta): Recuperamos la sonrisa mi chaval y yo con este plato de cocina en miniatura, bien elaborado y presentado, con sus ingredientes bien compensados.

Para beber, tiramos de txacolis de Getaria: Arbela. Fresquitos y muy bien escanciados. Entran muy bien con este tipo de cocina.

Precio total: 60.60€ (inc IVA, pan a 1€, 2 refrescos y 6 txacolis)

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría tomar cuatro pintxos preparados al momento en cocina, sin bebidas.

Aprovechando la estancia en San Sebastián, decidimos acercarnos hasta el país vecino para hacer un poco de turismo. Bayona, Biarritz, San Juan de Luz son 3 pueblos / ciudades con mucho encanto y que vale la pena visitar.
A la vuelta la idea era parar en Hondarribia, visitarla y comer de pintxos por los distintos bares pero como ya llegamos tarde y aún encima estaba lloviendo decidimos ir directos al grano.
Empezamos a buscar los bares que habíamos anotado como posibles y uno tras otro estaban cerrados, hasta encontrar el Gran Sol. El problema es que la taberna de pintxos que tiene también estaba cerrada, estando sólo disponible un restaurante con la única opción de un menú del día bastante elaborado. Como era tarde decidimos quedarnos y a la postre tampoco nos arrepentimos.

Las opciones para comer eran 3 primeros, 3 segundos y 3 postres, a elegir uno de cada tipo. Opciones bastante interesantes todas, agradable encontrar un menú así. Al ser 2, en el primero y el segundo optamos por pedir cosas distintas para compartir y probar más. Lo degustado fue:

• Arroz cremoso de setas. Un arroz bien de punto, con un agradable sabor a hongos y con ralladuras de queso encima que lo hacía más meloso todavía. Llevaba un chorro de balsámico de Módena que aportaba un toque distinto.

• Croquetas caseras variadas. 6 unidades con 3 sabores distintos: jamón, pescado y choco en su tinta. Las mejores las de choco, las que más sabor tenían pero los tres tipos buenos en general.

• Merluza a la bilbaína. Un buen trozo de merluza acompañada de patata panadera y una salsa muy agradable. Buen punto de cocción, cosa que no es tan fácil encontrar.

• Pollo relleno. Un buen muslo de pollo relleno de jamón y queso presentado sobre un ligero puré de patata y acompañado de chips. Plato sin demasiado misterio pero interesante para un menú del día.

A la hora del postre y continuando con la tendencia mía actual, optamos por pedir un queso con membrillo. El queso, un semicurado sin mucha historia y el membrillo un poco mejor.

Para beber y dado que la carta de vinos no era para echar cohetes, decidimos tomar una cerveza por cabeza además de agua.

Es un restaurante con un menú un poco más elaborado de lo habitual aunque el precio tampoco es barato para tratarse de un pueblo.

También tienes restaurante al lado, típico bar de pinchos,ademas de una barra esplendida,pinchos calientes,yo pedí el huevo mollete al oro,sobre migas de pastor,chipiron,patata lupin y jugo de ave,que es el que gano el concurso de pinchos del país vasco en el 2011 y ademas el jaizkibel,champiñon relleno de mus de queso con jamon y ali-oli,muy ricos los dos,pero yo pienso que hay cosas mas originales para ganar el pincho mejor de euskadi,pero bueno esto de los concursos,para quien los hace,me gusto el sistema de megafonia que tienen fuera,para llamarte cuando esta el pincho.

Como en todas las tabernas de la zona tienes la barra repleta de pintxos para ir cogiendo, pero además tienen una carta de pintxos calientes, creativos y premiados. Nosotros nos decantamos por los calientes, en el cual destaca el "Hondarribia" (Pimiento piquillo, foie, mermelada melocotón y bacalao, todo sobre una tosta) y "montadito de gambas" (pan, queso, bacon, gambas, all i oli, piperrada).

Una buena taberna donde tomar un txacoli acompañado por unos pintxos que se desmarcan de lo tradicional.

Se desmarca de lo habitual en esta calle, con bastante mas variedad de pintxos y estos incluso con mucha mas creatividad, aunque tambien puedes encontrar los de toda la vida.Para degustar como bien se dice por abajo, puedes hacerlo dentro del local, aunque este es bastante pequeño o fuera en sus mesas toneles.
No recuerdo muy bien los pintxos que tomamos,pero alguno era de foie con una especie de gelatina (muy rico este) otros de jamos con queso (este no estuvo bien, ya que estaba todo muy reseco) y ....no me acuerdo mas.
El caso esque merece la pena solo por salirse de la tangente de esta zona.

Si disfrutas de un buen aperitivo, si te gusta ir de vinos, debes ir a Hondarribia, pero si además deseas acompañarlos de unos buenos pinchos, no puedes dejar de pasar por Gran Sol. Vixente Muñoz (joven y cada vez más célebre y mediático cocinero) ha apostado desde hace tiempo por el concepto de cocina en miniatura para darle un pedigrí mayor al pintxo de toda la vida. El local además tiene, como la mayoría de los que hay en la misma c/ San Pedro, una terraza con toneles donde poder degustar el pintxo. En la barra están los clásicos, y si deesas alguno de la carta, lo pides y te lo hacen al momento. Son muchos y los van cambiando, recuerdo uno que me encantó que era arroz con txangurro y salsa. En ese mismo paseo, tienes los bares uno al lado del otro y la mayoría con un buen nivel en vinos y tapas, además el pueblo es precioso por lo que tienes todas las variables a favor, para disfrutar de un aperitivo excepcional.

Local de pintxos muy concurrido. Tanto los de "diseño" como los más tradicionales están fantásticamente elaborados y presentados, recuerdo especialmente el de foie con cabello de angel, pero los pintxos más "sofisticados" no desmerecen para nada , por ejemplo, las croquetas. Quizá la mejor opción para tapear en Hondarribia.

Estuvimos el año pasado (2005) en verano en Hondarribia. Las tapas del gran sol nos robaron el corazón. Uno de los mejores junto con el Enbata (del hotel Jauregui) donde las tapas de chipirones eran sencillamente para llorar de alegría.
Como era de esperar, todo lo bueno es, lamentablemente, caro. Pero bueno, para algo se trabaja todo el año no?
El servicio correcto pero sin peloteos. A más mi nombre como les suena a medio vasco hasta les hizo gracia y todo (no el apodo Ositah, claro).
Hay que armarse de paciencia, pues siempre hay mucha gente.

Interesante local en La Marina de Hondarribi.Cocian tadicional vasca de ayer y hoy.Fantastico el milhojas de foie y el arroz cremoso con Idiazabal. El cocinero ha estado durante varios años por ahi aprendiendo y desde hace un par estaba en el bar del mismo nombre justo al lado del restaurante haciendo "pintxos creativos".Interesante bodega con vinos de la semana de esos novedosos que a mi me gustan .Copas correctas y precios ajustados para el magnifico resultado final.