Nueva visita a este singular restaurante y desde la ultima vez que estuvimos la sorpresa ha sido que estan haciendo pizzas de autor, manteniendo la carta original.
Pedimos el menú degustación: Prensado de foie, crema de bitter Kascon y berberechos(sorprendente), Pizza de gambas, albahaca y reducción de vinagre de modena con la masa negra (original y muy buena)Escorpa con espuma de tirabeques, meloso de ternera con vieira.
todo acompañado con cerveza alhambra, vino blanco Mar de frades y tinto ladron de lunas de Utiel-Requena.

Acogedor local, de decoración rústica y a la vez moderna, situado en el barrio del Carmen. Salones cómodos y ambiente agradable.

Cocina con personalidad, diferente y ante todo original. Combinando buenas materias primas con diferentes texturas y sabores. Me gusto mucho el prensado de foie y las gambas maceradas con aceite arbekina. Pescados bien tratados, la lubina con fideos negros picantes brilló a gran altura. Buenas carnes, en especial la carrillada de ternera. Lo que menos me gustó fueron los postres, simplemente correctos.

La carta de vinos muy interesante en la que ofrece una selección de vinos nacionales y valencianos con una completa explicación de cada uno de ellos, precios correctos, bien servidos y en buena cristalería. Vinos conservados en cavas climatizadas.
Tomamos el Mestizaje 2007.TIERRA DEL TERERRAZO. Color cereza picota intenso. En la nariz, la sensación inicial es de fruta jugosa y fresca de la propia uva. En boca, la entrada es dulce y agradable.

Un local muy interesante. Recomendable a todas luces.

Fuimos unos amigos a cenar el menu degustacion a 22 euros con 6 platos bien logrados.
Es mi primera visita a este restaurante ya que soy nuevo en la ciudad y me lo recomendaron.
La sorpresa fue cuando entramos en Arbequino, por que el acceso lo tiene por una calle pequeñita no muy bien cuidada, pero el restaurante es una autentica joyita ya que esta decorado con muy buen gusto mezclando lo clasico con lo moderno y la combinación me parecio muy acertada.
Bueno cenamos: un foie fantastico, crema de boletus, tosta de cigalas con puerro caramelizado, pescado (no recuerdo el nombre, pero estaba delcioso), pato con mango y reduccion de frutos rojos y un tiramisu con sopa de chocolate blanco y fresas.
Lo acompañamos con un vino valenciano Maduresa, habia oido hablar de el y me apetecia probarlo ya que soy de fuera y no conozco demasiados.
Buena carta de vinos con más Valencianos que otra cosa pero a buen precio
Servicio rapido y atento.
recomendable si quieres sorprender.

Comida al mediodia, 4 personas; tenemos encargado arroz con pulpitos dentro de la oferta de menu degustación de 2 x 1. Dicha oferta consiste en 3 entrantes de la carta (luego resulta ser 3 entrantes elegidos por el restaurante), carne y pescado ( si quieres arroz suprimen la carne y el pescado) y un postre. Precio del menu degustación: 44 euros más iva, que se queda en la mitad con la oferta de 2 x 1.
Vamos con los entrantes: gazpacho de sandia, mediocre y escaso, lleva 2 mejillones. Carpacho de rabo de toro, que consiste en 3 rodajas muy muy muy finas sin sabor, acompañada con canonigos y 1 tomate cherry, cero patatero; foie que no era foie, pues era una especie de prensado de bacon con confitura, además las tostas la sacan al rato cuando varios hemos terminado de comer el dichoso foie, cero patatero.
Arroz aceptable, con pulpitos y algo de morralla para darle sabor, y por lo menos en cantidad suficiente para saciarnos, pues habiamos terminado con las existencias de pan.
De postre cchocolante blanco y negro con tiramisu, sin mucho exito.
El vino estaba bueno, era un Luna de Tokay, a 21,5 euros más iva.
Cerveza y chupito.

Lo mas gracioso viene cuando traen la cuenta: nos cobran el menú sin oferta, es decir, sin el 2 x 1 ; precio 248 euros 4 personas. Cuando se lo digo al camarero nos pregunta si tenemos flyer(creo qeu se escribe así) y le contesto que no pero que al hacer la reserva dejamos muy claro que nos acogemos a la oferta que viene expuesta en el cartel de la puerta. Rectifican la cuenta y al final el precio es de 150 euros, es decir, que han tratado de tangarnos casi cien euros. Creerian que eramos turistas.´
Aun así, precio caro para lo servido y gran decepción de un restaurante que creiamos otra cosa.

Nos sumamos a los buenos comentarios sobre este restaurante. En nuestra opinión, de los "top" de Valencia. Sala amplia, con una separación entre mesas que se agradece mucho y que no tienes que gritar para hablar aunque este lleno como pasa en muchos sitios.
El servicio del vino, muy corecto.
Comenzamos con un kiss-royal acompañado por unas gambas maceradas con aceite de arbekina y sopa de tomate.
Continuamos con el menú degustación con un 37 barricas, tinto con crianza,y que acompañó perfectamente la cena. En el menú comenzamos con un prensado de foie y manzana "fantastico", vieiras con crema de camember curado "delicioso", deconstrucción de suquet de rape y rabo de toro con reducción de vino tinto con un punto de cocción perfecto.
En los postres, crema de naranja a la miel con buñuelos de chocolate y petazetas "explosivo" y una crema helada de carajillo de baylis. tomamos vino dulce de Turis y la verdad es que no estaba nada mal.
Salimos muy satisfechos con la experiencia. Volveremos muy pronto.

Nueva visita a Arbekino, y como siempre acertamos con la elección, un pero (estaba un poco lleno para mi gusto) era un dia señalado he imagino que saldria mucha gente a celebrar el día de San Valentin.
De todas formas nos atendieron muy bien y cenamos mejor, para este dia prepararon un menú especial y bastante extenso, lo más destacable ahunque estaba todo muy bueno, fue el dúo de gambas y atún rojo, el prensado de foie con membrillo, la carrillada de ternera y el sorbete de fruta de la pasión con granada. Para beber tomamos un cava dominio de la vega y un tinto luna de catay, servidos con copas riedel, unos gin muy bien preparados con cidatelle, para terminar una velada romantica y con muy buena compañia.

El otro día, estuvimos mi mujer y yo comiendo en este restaurante, casi por casualidad, no sabiamos ni que existia y la verdad, ha sido todo un descubrimiento.Comimos un prensado de foie con manzana y membrillo, delicioso y diferente a como estoy aconstumbrado a comerlo en otros sitios, luego nos sacaron unas gambas maceradas con aceite acompañadas de una sopa de tomate y pistachos y para terminar un arroz meloso de bacalao con acelgas y garbanzos, muy casero y que contrastaba mucho con los anteriores platos, nos dejo un sabor de boca increible. Todo por 14,90€. Para beber tomamos un vino blanco del Penedes que nos aconsejaron y se llamaba Gesami de la variedad Muscat de Aejandria y Sauvignon blanc, my afrutadito, a mi particularmente me gustan mas secos pero a mi mujer le encanto. y para rematar nos prepararon unos Gin con una ginebra que tampoco conocia (Citadelle) y fue la guinda a una sobremesa espectacular.
Recomendable 100X100

GRATA SORPRESA!!! Hacia tiempo que no me dejaba caer por Arbekino y la sorpresa fue encontrame con Juanmi el fundador y primer propietario del restaurante, me comenta que despues de un año y pico sabatico (que suerte tienen algunos) claro justificado por que a sido papa, vuelve con más ganas de hacer el bien, disfrutar con su trabajo y borrar el mal sabor de boca que los antiguos inquilinos han dejado tras su paso por este autentico y encantador restaurante.
Me promete, con firme combincion, que pretende recuperar la credivilidad que tenia antes de irse, esmerandose en el trato del servicio, calidad e innovacion en los platos servidos a sus comensales "amigos".
La verdad es que con migo lo ha conseguido, nos sugerio que probaramos el menú degustación que abia preparado para este día y no nos defraudo para nada.

Milhojas de atun rojo, queso y aceite de soja.
Prensado de foie con manzana y membrillo.
Gele de guisantes con vieira y virutas de guijuelo.
Crujiente de quicos con suquet de rape en deconstruccion y alcachofas.
Solomillo de buey con estofado de boletus.
Crema de naranja sanguina con buñuelos de platano y chocolate.
Gelatina de requeson con helado a la miel.

Fantastico!!!desde aqui, recomiendo a todos aquellos que habian perdido la fe en este singular y exquisito restaurante y borrado el telefono de su lista de restaurantes favoritos, le den una segunda oportunidad. No se arrepentiran.
Larga vida a todos y mucha salud.

Reservamos con la ilusión de probar algo que no conocíamos.
El lugar tiene su encanto: acogedor, cómodo y tranquilo.
Una vez acomodados ya tuvimos la sensación de que tienen muy buenas intenciones pero les falta profesionalidad, cubertería correcta y familiar (la misma que tenemos en casa!).
Empezamos con unos martinis, nos los trajeron ya sin oliva, un detalle.
La carta, realmente muy muy justa para un restaurante del que se podría sacar mucho más partido: seis entrantes, cuatro platos de pescado y cuatro de carne.
Nos recomiendan el menú degustación,cosa que siempre te hace sospechar que van muy justos de materia prima. CORRECTO! el primer entrante que pedimos no les quedan, no tienen terrina de foie...viernes por la noche!!!que vayan mañana a comprar por que sino, que les quedará el sábado?
bien pedimos de entrantes: ensalada de tomate y canónigos con gambas,ración minúscula para una ensalada muy superada por las nuestras en casay milhojas de atun rojo,láminas de atúnmontado con tranchetes. Para cenar pedimos un solomillo con un estofado de boletus, muy bueno. Vieiras con queso idiazabal, plato de poca elaboración y rabo de toro, normalito.De beber allende 2004. Postres de risa, tres nada más y dos hechos con la misma base!(que poca imaginación), éramos 4 con lo que pedimos los tres, trufas con crema de mandarina, justito, fresas con crema de mandarina aderezado con aceite y sal, incomible y un requesón...o algo parecido! todo por 192 €, RCP escesiva! muy escesiva para lo presentado!

Creo que ha tenido que cambiar la dirección del local, y qué gran fallo, porque ha caido en picado. Recibí un sms diciendo que por octubre, si iba a cenar o comer, mi acompañante tendría gratis el menú degustación, así que siendo uno de mis favoritos, fuimos allí. Lo que no nos dijeron es cómo había cambiado el sitio (lo único que sigue igual, el local). El servicio del vino, pésimo: cuando pedimos vino, el camarero nos contestó ¿valenciano o ribera? le pedimos la carta, pésima, casi inexistente (de blancos, unas doce referencias y de tintos sólo rioja, ribera del duero, montsant, priorat, valencia, castellón y alicante), y encima, como nos advirtió, faltaban muchas cosas. Y de dulces en copas para el postre, dos opciones nos dieron, tal como nos dijo, "una mistelita o un dulce" (un px nada sorprendente) servidas en copa de orujo. Las copas, poco apropiadas, muy pesadas y de un cristal gordísimo. Hasta el agua falló, no pido carta, pero tampoco botella de plástico. El servicio necesita mejorar mucho, con bromas poco acertadas. Por ejemplo cuando trajo el pan nos dio a elegir entre blanco e integral (nada más, y encima estaban uno recalentado pero congelado por dentro, y el otro duro), los dos pedimos blanco y como sólo tenía uno, me lo puso a mí y a mi acompañante le dijo "por eleminación, te ha tocado" y le puso integral. El menú ha reducido considerablemente los platos, antes un detalle primero, tres entrantes, dos principales, prepostre y postre, y ahora, al mismo precio, tres entrantes, dos principales y un postre. Además peor ejecución que antes y menos sorprendentes, por ejemplo la carrillada, pasada de cocción, no tenía ni forma. Tristemente, me cayó casi un mito. Precio lo único salvable, salimos a 40€, pero si no fuera por la invitación, más de 60€.