Nueva visita, tantos comentarios elogiosos le hacen dudar a uno. No fue el desastre anterior, pero tampoco una experiencia para repetir.

El servicio en sala apresurado y bajo mínimos.

La cocina con más aspiraciones que aciertos. Un menú de degustación en cuesta descendente: con unos aperitivos de presentación espectacular pero poco interés y unos platos principales sin demasiada altura cuando no desangelados (ese venado con chocolate... otra vez el chocolate).

Ni rastro de la sumiller que casi hubiésemos agradecido, carta de vinos menguante con alguna cosa interesante y servicio mínimo.

Si a todo el mundo le gusta supongo que el problema es mío... o que no hemos tenido suerte.

Mi quinta visita a este explendido restaurante, logicamente y cuando mas vas, mas los conoces, asi que solo deseo transmitir un consejo....innovacion!!
Es fundamental una entera renovacion de la carta asi como una compensacion mas equilibrada en el menu nocturno que ofrece los fines de semana, si bien es cierto que en su conjunto es suficiente, no menos cierto es que algunos de sus platos (su contenido) llega a ser tan ridiculo que no esta a la altura de las circunstancias, le sobra un postre en lugar de los dos que oferta y proporcionar la cantidad de los plantos principales.
Aun con todo ello, sigo pensando que este restaurante tiene encanto, talento y excelente ubicacion, el cuidado de los vinos se hace notar, el trato de Jose tambien influye mucho, si esta...toda te sienta mejor, pero si no esta....ummmm, te falta algo fundamental.RCP 50€ por persona con vinos de precio ajustadito.

En Valencia, hay cada vez mas oferta gastronómica y eso es bueno, pero no todos cumplen con su cometido; unos tienen un local bonito pero les falla la comida en otros comes bien pero les falla el servicio. Pero mi sorpresa fue encontrarme todo eso conjugado en un mismo local: Arbekino tiene y doy fe, un espectacular local (para nada pequeño) combinando lo antiguo con lo minimalista, la cocina bien resuelta con producto de primera calidad Nosotros nos comimos aconsejados por el dueño y jefe de sala (por cierto muy atento y k te hace sentir como en casa) un menú con 7 platos muy bien equilibrados 3 entrantes, pescado, carne y 2 postres y no nos quedamos con hambre , la carta de vino corta pero bien seleccionada . Josemi creo que es como se llama el dueño y si no que me perdone nos aconsejo empezar con un cava “ D de la Vega” y luego nos propuso seguir con un “Finca terrerazo“, fantástico vino y en los postres nos invito a un “Jarel“.Sobretodo servicio correcto , profesional y discreto.Volveré! e invito a todos aquellos que perdieron como yo la fe en la buena mesa a que vayan a saborear sus exquisitos platos. Enhorabuena a todo el equipo de Arbekino y por favor seguir la línea marcada y no os dejéis influenciar por las malas criticas.GRACIAS POR ENAMORAR OTRA VEZ A MI PALADAR.

Siento mucho ir en contra de la mayoria de los comentarios expuestos hasta ahora:
Puedes tener un local bonito y acogedor (Arbekino lo tiene)aunque pequeño y con las mesas muy juntas (si alguien se enciende un cigarrillo, se lo fuma el resto del restaurante). También puedes tener una cuberteria y unas copas de buena calidad, pero todo ésto no hace que tu restaurante sea bueno.
Creo que lo que siempre ha de prevalecer es la comida y un servicio profesional por en cima de otros elementos, cosa que desgraciadamente no cumple el Arbekino. Platos pretenciosos, mal ejecutados, y con carencia de producto en cantidad y calidad, lo cual lleva a que el precio se convierta en excesivo.
Un restaurante con camareros poco profesionales y con una cocina inmadura no puede compararse (en mi humilde opinión) a otros de nivel muy superior.
En fin, yo no voy a repetir.

Sin duda uno de los restaurantes de la ciudad para disfrutar. El local es muy agradable, la música de fondo ayuda a relajarse y a prepararse para dejarse llevar por un menú muy interesante. 5 platos y 2 postres por 37 e. (a parte pan) más IVA más el vino (Dominio de Tarres cepas viejas) te sale por 55 e. por persona. Servicio completo y profesional, copas y vasos Riedel. El menú perfecto, cada uno de sus platos una combinación de color y de sabor. Recomendable.

Fantastico!!!, habiendo comido el día anterior en Torrijos (muy bien), pense que Aberkino no estaría a la altura, me equivoque.
Lastima que en una cena con ocho comensales no se pueda disfrutar de la tranquilidad necesaria para degustar los platos ofrecidos, volvere en mejores circunstancias. El tranto de Juanmi sencillamente excepcional, se nos alargo la cena hasta las 2 y ni un mal gesto. Muy buena carta de vinos y muy buenos vinos de la tierra (tomamos UNO de 2001, aconsejados por Juanmi y no falló)

Sin duda volvere en mejores circunstancias.

Asombroso descubrimiento en pleno barrio del Carmen, entrando por la calle Serranos desde las torres y justo despues de la calle Roteros, ojo por que ya no se llama calle Viriato, ahora es Padre Tosca.Excelente trato dentro de una atmosfera que invita a prolongar la velada, la coperia es perfecta, no falta detalle alguno para servir una carta de vinos totalmente gratificante y bien conservados.La oferta gastronomica es sencillamente perfecta, en especial su milhojas de bonito, sabe a gloria, atencion al postre de helado con aceite.
El propietario (lamento no recordar su nombre) dispensa un trato tan afable que te consideras un cliente de toda la vida, recomendaciones sobre que comer o beber hacen que tu predisposicion a disfrutar este totalmente garantizada, ademas y como detalle su ofrecimiento de un vino dulce de malaga, sensacional!! Al final pagas poco mas de 100€ por pareja incluido un vino y postres, excelente lugar amenizado con el mejor chillout de fondo.

Me sabe mal que no estaba con mis cinco sentidos en la comida/bebida, asi que mis comentarios seran un poco vagos, pero elogiosos. Me encanto el sitio, comodo, agradable, bonito, con buena separacion entre mesas (y eso que yo soy de las minimalistas recalcitrantes), original lo que han hecho. Me encanto el servicio, fantastico, voluntarioso, sin agobiar pero muy eficiente (y entre semana nos fuimos pasada la 1:00am, y ni una mala cara, ni una indirecta, nada, solo buenos gestos). Me encanto la comida (tomamos el menu degustacion), y me encantaron los vinos y su servicio: preciosas copas (creo que riedel, al menos para agua tenian las famosas "0", muy bonitas como vaso, todo hay que decirlo), super-precioso decantador (Riedel, ese si), la sumilleuse simpatiquisima, agradable, con ganas de ayudar y siempre al loro (acorde con lo que habiamos pedido, nos sugirio un Finca Loranque que nunca habia tomado, y que me gusto mucho). Perfecta temperatura y copas. En el postre nos regalaron un "Darimus". Os lo recomiendo, comereis muy muy agusto (y bien!)

Teresa es el centro del restaurante, atenta a todo lo que sucede.
La calidad y originalidad de la comida, excelente.
La relacion calidad/precio y variedad de vinos, excelente.
El espacio y confort del local, excelente.
Un solo pero, para aquellos que vamos una vez por semana, falta algo mas de carta.
No falla, cada vez que estoy en Valencia, me acerco al Arbekino.

Agradble restaurante detras de las Torres de Serrano y n pleno barrio del Carmen. Trato agradable y atento. Tomamos el menu degustación (37€). Lo que mas me gustó fue la terrina de foie con manzana y mermelada de petalos de rosa, un atillo de lubina y berberechos y el postre de helado de mandarina con aceite de arbekinas, sal maldon y una especie de gominolas de PX, buenísimo. La carta de vinos, original y mediterranea. Bebimos un Valtosca por 20 €. Servicio del vino muy bueno, copas Riedel. De postre nos recomendó un Jarel que estaba buenísimo. Nos costó 107€ la cena. El local me gustó mucho, único pero, las mesas son demasiado grandes.