Victor Gutiérrez parece poseer una técnica culinaria depurada que le permite ofrecer una cocina elegante, equilibrada, con puntos de ejecución y cocción sobresalientes, presentaciones delicadas e intensidad. Su cocina se muestra en apariencia sencilla, pero esconde cierta sofisticación equilibrada, fruto seguramente de esa técnica. Se oferta un menú degustación que condensa lo descrito, un menú gustoso, distinguido y dónde por supuesto, todo está riquísimo. Platos como el bombon foie de Oporto o el ravioli de trufa condensan a la perfección lo descrito. El restaurante es sencillo, sobrio pero acogedor, tranquilo y suficientemente espacioso. Servicio amable, correcto, con ganas de agradar y capacidad de adaptación a cualquier cliente desde el respeto y el deseo de satisfacer. Carta de vinos correcta, algo abandonada en añadas recientes, pero suficiente. Servicio del mismo correcto, con cristalería Riedel que completa satisfactoriamente su atención. A destacar la excelente cadencia de servicio del menú, adaptada al ritmo del cliente, sin ninguna prisa pero sin pausas. Tb decir que al menú le acompaña de una serie de aperitivos y extras que sorprenden en acierto y generosidad( por ej, un postrecito previo al postre). En definitiva una buena cocina, basada en una gran técnica que sorprende y desde luego agrada
Pequeño comedor en un entorno único. 7 personas con una factura de 370 €. Constó de 4 entrantes a compartir(arroz guisado con perdiz y setas, tiradito de vieira y lima) y un plato para cada comensal( lomo de bacalao y crema de hongos, cordero churro salsa anticocho y yuca frita, pichon asado con arroz basmati, solomillo de ciervo con salsa porto), 3 postres, cafes, 2 botellas de alonso del yierro 05 y agua. 3 aperitivos para cada persona, variados muy ricos.
Destaco la excelente materia prima y el sabor de los platos, excelente, el pan de elaboracion propia. Uno de los mejores resturantes que he visitado.
Restaurante sencillo situado en la zona monumental, frente a la iglesia del convento de San Esteban. Comida excelente por eso tiene su estrella michelin y bien merecida, la vez que acudi no hubo mucha gente con lo cual la atención fue al detalle. El servicio muy bueno. Poco personal y vestimenta incorrecta del metre, nada que corresponda con un restaurante de este nivel.
Si te gusta maxima calidad a la hora comer este el mejor, si tambien buscas una decoración cuidada, un mino en el restaurante existen otros... donde tambien se come muy bien.
Muy buena comida. Buena carta de vinos y aguas. Buen servicio. Muy buena relación calidad precio. Encontrar tan magnífica cocina a ese precio no es tarea fácil en España.
Cuando hay mucho jaleo el servicio es muy malo, mala atencion, creo que deberian tener mas camareros para tantos comensales, tuve que devolver un par de veces la carne porque tenia puro nervio, y en una ocacion devolvi el agua porque me percate a tiempo que estaba abierta,anteriormente me hablaron que nos daban agua del carrefor haciendola pasar como el agua especial que nos presentan. En la carta de vinos hay una mejora impresionante. Pero no lo recomiendo, he visitado mejores
Coincido en lo de la cocina muy buena, y el servicio depende de la gente, si hay poca gente: muy bien, si hay mucha gente: mal, con detalles feos con algunos clientes.
Local bonito y acogedor.
Sin duda alguna, uno de los mejores de Castilla y León. Buen producto e inmejorable elaboración. Destacable el buen servicio y la pulcritud de las mesas por lo que no entiendo las críticas vertidas sobre suciedad en los manteles. Es uno de los pocos restaurantes donde cada vez que se va a comer es mejor que la anterior. En Salamanca hay más opciones, pero éste es indispensable visitar. Por cierto, la carta de vinos ha mejorado sustancialmente.
La comida fue buena pero el servicio no lo fue, los manteles una verguenza pienso que por lo que pague lo minimo que merecia era una mesa impecable, sin manchas de tabaco, los manteles rotos, la camarera y dueña del local me puso un pan que estaba al descubierto con polvo sin preguntarme si me apetecia o no, por lo demas estuvo bueno.
Se agradece la permanencia de esta cocina creativa en tierra bastante clásica. Entorno privilegiado para disfrutar de buenos productos bien tratados y de excelentes ideas. La carta de vinos, acorde con la comida. Me pareció especialmente interesante el tratamiento del foie en coullant y con el acompañamiento de oloroso.
Visitado 3 veces. Ubicación excepcional. Carta corta (lo cual es bueno) pero poco imaginativa y poco (muy poco) cambiante. Los postres, eso si, son excepcionales. El servicio es amable pero deja un poco que desear, esencialmente porque no dan a basto. Necesitarían como mínimo una persona más. En conjunto, se trata de un restaurante correcto pero bastante sobrevalorado y caro para lo que ofrece.
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