Restaurante Punto MX en Madrid
Restaurante Punto MX
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
56 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.9
Comida COMIDA
8.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Plato marinado
Enchilada de pato
Quesadilla de huitlacoche
Opiniones de Punto MX
OPINIONES
18

Reserva realizada hace casi 2 meses porque la disponibilidad es limitadisima por las noches. Nos dijeron que tienen listas de espera de hasta 3 meses… Llegamos puntuales y nos acomodaron en una mesa para 4 amplia. Como otras veces la atencion es impecable, la jefa de sala pendiente de todo y los camareros (algunos no los vi la ultima vez) tambien al mismo nivel. No entrare en mas detalles del local porque se ha descrito en varias ocasiones. Nos decidimo spor los platos ya conocidos por dos de nosotros dado que las otras dos personas no habian estado nunca y preferimos no arriesgar….aunque dudo que en Punto MX te puedas equivocar.
Para beber tomamos champagne Gimmonet blanc de blancs (40€) perfecto servido de temperatura, nos dijeron que tipo de copas queriamos y no falto nunca bebida en ellas. La comida:
- Guacamole. Esplendido. Preparado ante nosotros con poquito cilantro y mucho chile
- Salsas variadas que no recuerdo el nombre (las cobran a 2,50) y que acompañaron toda la comida
- Quesadillas de maiz morado de huitlacoche
- Panuchos de cochinita pibil
- Chorizo verde
- Enchiladas de carnitas de pato
- Tuetano

Todo , todo absolutamente delicioso.
Compartimos un postre: un pie de queso muy ligero con una salsa de guayaba
Y finalizamos con una degustacion de tequila y mezcal explicada magistralmente por el coctelero que se deshizo en atenciones y paciencia en la explicacion de cada cosa.
- Un tequila blanco artesanal de baja producccion: La Chula. El que mas me gustó
- Tequila añejo Don Fulano
- Mezcal Espadin
Eran mas de las 12,30 de la noche cuando dejabamos este maravilloso sitio donde sin duda volveremos.
La cuenta para los 4 ascendio a 200,80 €

Siempre que existe la oportunidad, o que un grupo de amigos quiere visitar este restaurante, tanto mi cómplice como yo nos servimos para acompañarlos. Todavía nos quedan platos por probar, y también está el deseo de volver a degustar lo probado.

Ya hemos hablado qué Punto Mx es una de las mesas más calientes de Madrid, aproximadamente la reserva estaba realizada con mes y medio de antelación para entresemana, concretamente la noche de Halloween.
Como aperitivo nos sirvieron un caldo de camarones con unas notas picantes al final. Muy rico.

Comenzamos con los sopes de buey de mar con frijoles charros refritos. Una buena forma de comenzar, ya que es de sabor suave, nada picante. Buey de mar, junto con cebolla, pimiento rojo y verde. Unas gotas de lima y a disfrutar.

Seguimos con un bocado que si vais a Punto MX, no tenéis que dejar pasar unos Panuchos de cochinita pibil, x’nipek de cebollita morada y chile habanero. Plato de la gastronomía yucateca de carne de cerdo adobada en achiote. La palabra pibil se refiere al original método de cocción que era enterrado en la tierra en un hueco con piedras y carbón encendidos. En lenguaje maya pib, significa enterrado. Generosa cantidad de cochinita, que además estaba tremendamente jugosa, lo cual resulta clave en boca.

Uno de los cómplices que nos acompaña esta noche es gallego, y no puede pasar sin probar los tacos de carnitas de pulpo con salsa de chiles tameados. En otros posts, hemos hablado de este plato. Sabroso, y con un toque a brasas por la salsa de chiles.
Ahora llegan uno de nuestros favoritos, uno de esos que es difícil resistirse a no pedirlo para volver a disfrutar. Se trata de los tacos de chorizo verde, con aguacate y queso, y salsa martajada de chiles toreados. Se llama chorizo verde a un chorizo que ha sido coloreado con plantas locales mexicanas. Por otra parte, la receta de los chiles toreados consiste en freír éstos en aceite a fuego lento, hasta que la piel queda oscura. Este bocado tiene algo más de contundencia, aunque la combinación queso y aguacate reduce la potencia.

Finalmente, uno de los platos más típicos de la gastronomía mexicana, las enchiladas de guajolote con mole rojo almendrado. En España el guajolote es nuestro pavo. Tengo curiosidad por descubrir como una salsa donde uno de los ingredientes es el chocolate no resulta más dulce, más empalagosa. El mole resultante me parece muy sutil, nada pesado: Preguntaremos a Roberto Ruiz que otros ingredientes forma parte de este mole, y cómo se compensa el impacto del chocolate.
En el apartado liquido, comenzamos con una clásica margarita, para posteriormente pasar a un vino tinto de Ribeira Sacra, denominado Lalama.

Punto MX es un seguro, pidas lo que pidas, el resultado está siempre a gran nivel. En estos momentos, vuelvo a ver la carta, y veo que todavía me quedan composiciones por degustar como los sopes de langostinos, los tacos de buey estilo norteño, los tacos de bistec de atún rojo, la carrillera de ternera, el pargo zarandeado a la brasa. Comenzamos de nuevo a salivar….

Os dejo el link para ver fotos de los platos que merecen mucho la pena...http://www.complicidadgastronomica.es/2012/11/punto-mx-un-seguro-de-sabor/

Aprovechando la época estival, la ausencia de aglomeraciones en Madrid decidimos repetir visita a Punto MX, una de las revelaciones en la capital en este 2012. Como ellos han decidido en calificarse son “la nueva tradición en cocina mexicana”; con este enfoque y mucha visión han ocupado un lugar desierto en Madrid, el del alta cocina mexicana.

Local donde abunda el color blanco que además de maximizar el espacio, provoca cierta relajación y sosiego.
Recepción perfecta, muy buena mesa para poder visualizar la acción continua de la persona que está realizando las tortillas. En Punto MX las tortillas se hacen desde el producto básico, desde el maíz, pasando de éste al nixtamal. La nixtamalización es una técnica milenaria y es la forma de cocción de los granos de maíz para convertirlo en masa.

Comenzamos con tres margaritas clásicas, y el ya descrito guacamole realizado al lado del comensal. Destaca por la perfecta maduración de los aguacates para tener listo el entrante con sencillez, y el punto que cada uno puede seleccionar de sal, lima, aceite, cilantro. Sorpresa, showcooking, sencillez, sin aditivos ni conservantes. El guacamole como siempre debería ser, y además acompañado de totopos.

Volvemos a repetir la quesadilla de huitlacoche con epazote en tortilla de maíz morado, y salsa costeña de tomatillo verde y chile de árbol. El huitlacoche es el hongo del maíz de color gris plateado y sale accidentalmente en algunas variedades de maíz durante la época de lluvias. Se come desde la época prehispánica. Esta quesadilla me parece que refleja fielmente la filosofía de Punto MX “No nachos, no Maná”. Y es un adecuado comienzo para que ya fácilmente
reflexionemos, que Punto MX es diferente. Maíz morado, hongos, epazote (la más mexicana de todas las hierbas culinarias), chile de árbol.

Después de estos dos actos obligados, nos ponemos en la mente y en las manos de Roberto Ruiz y su equipo para que ellos nos vayan sacando lo que crean más adecuado.
Y vaya si lo hacen en el tercer acto con el Salpicón verde de ternera, X’nipek de cebollita morada y chile habanero. Plato de carne de ternera macerada en limón y cilantro fresco, típico del sureste mexicano. El x’nipek es una palabra de origen maya que significa nariz de perro, por el efecto que produce en la nariz cuando esta salsa es muy picante. Se elabora con chile habanero, cebolla morada, juego de limón y sal. Conjunto tremendamente estético. Que pide ser combinado con totopos. Plato fresco, sabroso, para mezclar con las diferentes salsas picantes que traen a la mesa e ir probando que provocan diversos bocados con mayor y menor intensidad de sabores. Una especie de “steak tartar” a la mexicana con un mayor nivel de maceración de la carne, y acompañado de ese color “verde” proporcionado por el aguacate. Para repetir sin parar.

Seguimos con las enchiladas de carnitas de pato y salsa de pipián verde, salsa suave que se espesa con pepitas de calabaza y a la que se añade hierbas aromáticas. Atacamos el plato de pato lleno de potencia sápida. La salsa acompaña para dar textura en la boca, pero no oculta el sabor del ave. Diferente, poco habitual. El plato más suave de la velada.

Y acabamos con los tacos de cochito al horno y salsa de chile serrano. El cochito es el nombre que se le da al cochinillo condimentado en el Sureste Mexicano. Este plato refleja uno de los puntos de anclaje de Punto MX, la utilización de productos españoles como el cerdo ibérico para realizar propuestas totalmente mexicanos. Plato donde el cilantro y la lima toman un papel fundamental para reducir el impacto del cochinillo que resulta algo graso. Gracias a esos dos ingredientes, la combinación resulta menos contundente y algo más suave en boca. Puede que sea un plato más de mediodía que de cena.

Decidimos llegar a los postres, y por ello damos por finalizado en este momento los actos del mundo salado. Nos decidimos por compartir entre los tres comensales: crepe de cajeta con su helado, y la tarta de queso con base de guayaba y helado de yogur. La cajeta es un dulce similar al dulce de leche argentino, pero en mi opinión algo menos azucarada. El postre resulta paisajístico, un pequeño bosque con una especie de setas que resultan ser esas crepes. Acompañadas de canutillos y el helado. Recomendable, no excesivamente dulce como personalmente me gustan los postres.

Acabamos y tenemos la sensación que tenemos que volver, que quedan muchos platillos por probar, que aquí todo está muy bueno, y resulta muy sabroso, auténtico. La flor de Jamaica, los sopes, los tacos de atún rojo, platos de pescado. Hay muchas ganas de agradar, tanto en la cocina como en el servicio.

Para ver buenas fotos de los platos, visitar http://www.complicidadgastronomica.es/2012/09/punto-mx-no-nachos-no-mana/

Tras reserva anterior de hace diez días y previa confirmación por su parte de esta misma mañana hoy nos hemos acercado a la última revolución culinaria en el panorama de la gastronomía madrileña.

Situado en una de las zonas "nobles" de la ciudad hemos encontrado este local luminoso (muy buena la manera de compensar estar en un entresuelo) blanco, de aspecto límpido y con una ocupación prácticamente total.
Tras acomodarnos en una mesa ubicada en un rincón y mientras echábamos un ojo a la carta hemos pedido dos margaritas bien servidos, y con el punto justo de alcohol-acidez-dulce.Eso si a un precio de 8€ unidad.Con los comentarios aquí leídos y lo poquito que conocemos de la gran cultura culinaria mejicana nos hemos aventurado a degustar los siguientes platos ( o platillos como suelen llamarse en el país azteca):

Un aperitivo de ceviche de pez espada, rico y pelín sabroso sino fuera porque se termina de un bocado.

Quesadillas de huitlacoche con maíz morado.Acentuado sabor a maíz con un sutil picante de chile de árbol y tomate verde.Muy ricas.

Cochinita pibil,de las más espectaculares,compensadas y explosivas que hayamos probado.Cuando digo explosivas me refiero a llenas de matices especiados pero cada uno en su justa medida.No a explosivas de picante.

Taco de pulpo a la brasa;Dos tacos con un gran sabor de brasa realzado por una reducción de algún aderezo que no he llegado a entender,cubierto con unas cenizas que afinaban el matíz.

Carabinero braseado, hecho con criterio,aromatizado con hierbas desconocidas para mí que realzaban el producto.el carabinero era de un tamaño grande cortado longitudinalmente.

Para terminar con la parte salada hemos probado los tacos de chorizo verde, muy sabrosos y en el que ya han comentado que se comen solos (extraordinarios) lo cual es cierto.

Para postres hemos compartido una trufa de chocolate de jamaica con sorbete de naranja sanguina muy fresco y aromático

Todo esto ha sido acompañado con un versátil(ideal para este tipo de cocina ) Colet-Navazos 2007 servido perfectamente en copas y temperatura, a 33€ con un rellenado permanente por parte del camarero.

El servicio muy bien sin agobiar y con ganas de asesorar siempre y cuando se le solicitara.

Realmente se trata de una comida variada, muy rica en colores y sabores para alguien que es un aposionado de la cocina de México llegando a superar en muchos aspectos a los buenos restaurantes mejicanos(DF) que he tenido ocasión de conocer.

Sabores y aromas que en un grado de equilibrio como el que estamos hablando llegan a ser evocadores, sugerentes... encantadores en definitiva.

Hasta aquí todas las bondades o la parte bonita del asunto

Si comentamos la parte negativa decir que casi todos los platillos se comen de un bocado, que el carabinero tiene un precio de 22€ y que para salir medianamente satisfecho has de preparar la "riñonera en condiciones" con lo que en mi opinión penaliza la relación calidad precio, de una manera destacable.

Todo lo comentado ha ascendido a 126€, dos personas. Y como decía un amigo mío:"Todo muy rico, pero un poquito escaso"

Es ahora cuando lo de los "platillos" mejicanos adquieren su máximo significado.

Visita a este restaurante de reciente apertura al que teníamos ganas, principalmente debido a los comentarios oídos en verema y las redes.

Reservamos hace tres semanas para cenar un Jueves, el primero que había disponible era ayer. Lo tienen de cenas llenos durante un mes, no está mal!

Entramos abajo, donde está el restaurante, bien de diseño, sin estridencias, elegante, y sin florituras. No demasiadas mesas en una sala alargada. No tardó mucho en llenarse.

- Aperitivo de totopo de ceviche de pez de espada con toque picante. Muy buen comienzo que puso muy alta nuestras espectativas.
Pedimos:
- Guacamole. Que lo preparan con mortero delante tuya con los ingredientes tradicionales, incluyendo el cilantro y la lima que hace rebajar el picante del chile serrano. Muy bueno. 4 euros persona.
- Quesadilla de huitlacoche. Ricas, curioso ese hongo ennegrecido. 9 euros.
- Taco de chorizo verde. Se comen en un plis plas de lo bien que entra. Muy bien. 9 euros.
- Enchilada de pato. El plato que más me gustó con diferencia, picante en su justa medida (sin llegar a echar el moquillo...)
- ¿Aguascalientes? (no recuerdo) de ceviche de langostinos marinado. Bien, pero estábamos algo llenos ya.
- De postre, el pie de queso con yogur de helado. Necesitábamos refrescar la boca y era el más adecuado. Muy bueno por cierto.

Para beber agua con gas, aperitivos con cerveza (yo pedí la artesana de Las Rozas, la interesante La Virgen lager), y pedí vino por copas, servían Spiga (DO Ribera del Duero). La carta de vinos con no muchas pero interesantes referencias comenzando con varios champagnes y un sólo cava. Al final tomé un poleo menta que acompañaron con petit fours.

Tuvimos algún retraso y ligera confusión con algunos platos, y el servicio, consciente y de forma amable, se disculpó.

La cuenta ascendió a 90 euros incluidas bebidas. Un precio razonable. Mi impresión es buena, aunque quizás esperaba un algo más que nunca encontré. Experiencia recomendable, aunque no lo metería dentro del grupo porcojoneaiqueí de Madrid.

  • Plato marinado

    Plato marinado

  • Enchilada de pato

    Enchilada de pato

  • Quesadilla de huitlacoche

    Quesadilla de huitlacoche

Nueva visita a este restaurante que tanto nos gustó. No me repetiré en ciertos detalles que ya he comentado. Todo sigue igual en cuanto a servicio, profesionalidad, etc. Han hecho algunos cambios en la carta. Cometí el error de no apuntar los platos y mi descripcion va a ser muy muy pobre. Lo siento. Eramos cuatro personas y compartimos:
- Guacamole. Soberbia preparacion a la vista
- Cochinita pibil sobre una tortita que va rellena de pure de frijoles y creo que lleva encima chile ¿habanero?. Excelente
- Quesadillas de huitlacoche. Aun mejores que el otro dia
- Pargo a la brasa. Quiza lo mas sencillo en sabor ya que era una preparacion digamos que “muy de aquí”. El pescado estaba soberbio por su frescura pero no lo habria calificado de “mejicano”…
- Tacos de chorizo verde. Fabuloso
- Tacos de tuetano. Contundente
Empezaron con el aperitivo de topopos con pez espada ( o con pargo) …no lo recuerdo.
Para beber 2 botellas de Predicador a 24 €.
Un cafe y con el detalle que trajeron petit fours para los cuatro. Muy buenos, especialmente la galletita blanda de coco
Uno de los comensales pidio un tequila añejo que trajeron perfectamente acompañado del zumo de limon verde y algo que no recuerdo el nombre y nos explico que era una mezcla de zumos naturales.
No quiero repetirme con el anterior comentario. Pero todo estuvo igual y a la misma altura.
Salimos a 40 € por persona..
Volvere de nuevo. La carta es extensa y ya he constatado que van variando platos con lo que no es nada rutinario. Si mantienen el precio y el servicio tienen lleno asegurado. Ayer tambien lo estaba

Por cierto, esta vez otro "fallito" en el servicio del vino. Al traer la segunda botella empezaron a servir en la misma copa donde aun quedaba vino y les tuvimos que decir que por favor cambiaran las copas...Les penalioza por eso la puntuacion media...

Tan bien descrita estaba la experiencia de Isaac Agüero a la vez que resultaba muy atractiva, que reservamos para esa misma noche. Me dijeron que solo tenian una mesita que nos arreglarian porque estaban completos ( y asi fue)..
No entraré en mas descripciones del local, que personalmente me encantó por su sencillez y sobriedad.
Llegamos sobre las 21,30 y nos atendieron rapidamente. Aunque durante la cena tuvimos vari@s camarer@s estuvo sobre todo mas pendiente de nosotros una chica argentina encantadora . Todos ellos lo eran. Desde el servicio hasta las 2 chicas que al fondo hacen las tortillas y te explican amablemente , incluso dando a probar, la elaboracion pormenorizada sin cansarse… porque observamos que al menos 4 o 5 mesas se acercaron por alli a verlas.
Nos ofrecieron carta de costeles y cervezas, carta de vinos y el menu. Decidimos dejar para el final los margaritas y optamos por acompañar la comida por un cava Colet y Navazos 2008 extra brut reserva (30€) que resultó fantastico para el maridaje refrescando el picor y acidez de los platillos. La carta de vinos es escueta pero resultona com 4 o 5 champagnes y solo este cava y a precios muy comedidos en la mayoria de las botellas. Aquí hubo un detalle que no me gustó pero que achaco mas a inexperiencia o despiste que a otra cosa… Oimos el “pof” del tapon de cava a nuestra espaldas y cual fue nuestra sorpresa cuando de inmediato aparecen con la botella abierta para servir. Las copas por otra parte, muy muy mejorables. Fue el unico punto bajo de la velada y por ello el servicio del vino me limitare a poner “correcto” y bajara la puntuacion.
En cuanto a la comida, no apunté muchas cosas que hubiera querido hacer y no puedo extenderme con los nombres.
Aperitivo: totopo de pez espada. Buenisimo. Refrescante. Tengo que decir que si tuviera que emplear solo una palabra para resumir el sabor de la cena diria “refrescante”. Incluso el picante era refrescante. En practicamente todos los platos estaba el aroma y sabor de la lima. El cilantro ( que no me gusta) contribuia al frescor y ni me di cuenta que estaba.
Compartimos: ( no entro en la descripcion de los platos que ya ha comentado Isaac Agüero)
Guacamole. Cargadito de chile como nos gusta. Impresionante puesta en escena en el mortero de piedra volcanica . Natural
Quesadillas de huitlacoche_ fabuloso
Taco de chorizo verde. Espectacular
Enchiladas de pato. Para mi lo mejor de la noche. Plato caliente con salsa cremosa con un punto de picante medio-alto ( a mi me encanta)
Taco de tuetano: añadir al comentario de Isaac, que la presentacion es digna de fotografia. La calidad espectacular y el aderezo refrescante contrarrestando la grasa del tuetano. Puro placer
Aunque quedamos mas que satisfechos nos animamos con un postre que compartimos:
Pie de queso con salsa de guayaba y yogur de helado. DE nuevo frescor en la boca con unas ralladuras de lima que decoran el plato. Sensacional
Acabamos con 2 margaritas: una normal y otra sanguina. Esta ultima mejor para nuestro gusto. En ese momento el restaurante era un hervidero y el servicio superdiligente no paraba. Tanto fue asi que los cocteles se demoraban ( casi 20 minutos) lo que nos porvoco cierto malestar ( poco porque la sensacion era tan gratificante que aun lo saboreabamos). Cuando llegaron los cocteles ya fue puro disfrute.
Enseguida trajeron la cuenta diciendo que estabamos invitados a los cocteles por la tardanza ( en ningun momento nos quejamos, luego ellos mismos eran conscientes de su saturacion). Me parecio un detalle magnifico.
Y por si fuera poco, el precio esta fenomenal:82 euros en total teniendo en cuenta que 30€ fueron el cava.

Repetiremos seguro en menos de 15 dias porque se nos quedaron 3 o 4 platos que visualmente eran espectaculares:el pargo, la sopa, la cochinita..
Una maravilla y un deleite para el sentido del gusto

Siguiendo la recomendación en Internet de Carlos Maribona, he estado cenando en Punto MX. Se trata de un restaurante mexicano, que apenas lleva abierto 10 días, situado en la calle General Pardiñas, 40, esquina con Ayala.

La declaración de intenciones se puede sentir desde que uno entra al local, que se encuentra dividido en dos zonas: cantina y restaurante. La segunda que es la que nos ocupa tiene una decoración sobria, sin ningún tipo de estridencia, paredes en blanco, casi sin ornamentos que agrandan el espacio y dan luminosidad y claridad al entorno.
En las paredes no hay ni mariachis, ni luchadores de lucha mexicana, ni pirámides, ni santos. Todo esto te provoca pensar que el camino elegido por Punto MX es otro.

La sala tendrá aproximadamente una capacidad para 40-45 comensales; con un espacio reservado para unas 14 personas.

Comenzamos con un aperitivo concretamente un totopo de pez espada; buen comienzo, ligeramente picante.
Continuamos con guacamole y aquí se produce la primera sorpresa, el camarero se acerca con un carrito con un molcajete y los diferentes ingredientes para prepararlo delante de nosotros. Cebolla, cilantro, chile verde, aceite de aguacate, sal, lima y aguacates en su punto de madurez; mezcla de ingredientes, se a probar y se corrige al gusto para incrementar ó no la potencia del sabor con alguno de los ingredientes. Fresco, sin aditivos, sencillo tanto el plato en sí, como la forma de transmitir diferenciación. Es fácil preguntarse por qué no se le había ocurrido a nadie.

Tras el guacamole, pasamos a la quesadilla de huitlacoche. El huitlacoche es un hongo conocido científicamente como Ustilago Maydis y que resulta ser un parásito del maíz. Las quesadillas hechas con maíz morado. Plato espectacular; empezamos a apreciar que se tiene la intención de agradar muchísimo, y de colocar la cocina mexicana en Madrid en otro nivel.
Desde la mesa en que me encontraba no se divisaba, y uno de los camareros me avisa y me invita a ver como que las quesadillas, los tacos, los panuchos, los sopes se acaban en la sala, y se realizan en el restaurante. Este detalle es tremendamente diferencial ya que la quesadilla, el taco, el panucho es el ensamblador del resto del plato, provocando que los sabores se realcen. Además facilita el simple hecho de comer; ahora me vienen sensaciones de esas “tortitas” como poco elásticas, que dan una sensación de goma en que se te pegan al cielo del paladar y te las ves y te las deseas para retirarlas de ese no deseado lugar.

Seguimos con un ponucho de cochinita pibil; el ponucho es una torta ligeramente inflada en la que se ha introducido frijoles. Para hacerlo, aprovechan el momento en que la torta está “souffleando”; es decir elevándose, para en ese justo momento introducir los frijoles. Cochinita de cerdo ibérico, el guiso me resultó muy sabroso y tremendamente ligado, muy meloso. En la carta al lado de cada uno de los platos está la ciudad y el estado origen del plato, en este caso Tulancigo, Hidalgo.

A continuación un taco de pulpo con salsa de chiles tatemados. Tatemar es una técnica para asar ó toar los alimentos. La salsa es muy oscura y provoca que al comer el taco le aporte al pulpo un sabor a brasas. Parece que te estás comiendo un taco de pulpo a la brasa cuando no es así.

Nos recomiendan probar el taco de chorizo verde; se trata de carne con cilantro y otras hojas más queso, aguacate y una salsa de tomate. Esos ingredientes que aportan el “verdor” al plato, también provocan que sea un plato mucho más suave en boca. La sensación de pensar de éstos me comería alguno más está muy cercana, pero resulta que no me quería ir sin probar otro taco más. Plato de procedente de La Marquesa.

Y el último de la noche, el distinguido taco de tuétano. La última vez que comí tuétano fue en “El Charolés” de El Escorial con su famoso cocido. Ayer volvimos a pecar, a elevar la densidad de nuestras arterias. He de reconocer que valió la pena; el tuétano en su hueso cortado longitudinalmente para facilitar la extracción. Cocinado a la brasa, acompañado de lima y sal, junto con las tortitas.

El tuétano era pura mantequilla, se desprendía sin ningún esfuerzo del hueso para rellenar la tortilla, y aderezarlo con la lima se rebajar la concentración de grasa en la boca. De verdad realmente espectacular. Plato procedente de Monterrey, Nuevo León.
Fue un plato que me hizo recordar momentos pasados cuando uno era un niño, y veía como su padre cada vez que se cocinaba en casa un cocido tenía su hueso, su tuétano. Dos golpes secos del hueso contra la mano, introducción de utensilio por el hueso, y allí caía el tuétano en el plato para ser devorado y remojado.

No hubo espacio estomacal para los postres. De todas formas sabemos que volveremos con lo que habrá una siguiente vez.

Estuvimos hablando con el cocinero Roberto Ruiz, en su delantal se podía leer “No Nachos, No Maná”. Divertida declaración de intenciones que refleja la diferenciación de la propuesta. Nos contó que hay un gran esfuerzo en cocina para sacar estos platos adelante, siete cocineros para 40 comensales. En el caso de la sala, la idea es transmitir siempre una sonrisa, que el cliente se relaje, coma bien y sea tratado a gusto. En mi caso se consiguió.

El germen del restaurante son unas cenas privadas que se organizaban a través de Facebook en la página “la cantina del mar”. La gran aceptación de esas cenas ha llevado a Roberto, y a dos socios más a emprender esta aventura.

Sinceramente ha sido mi mejor cena mexicana en Madrid; todavía nos quedan muchos platillos que probar y mucho que platicar.

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