Restaurante Arrocería Duna en Valencia
Restaurante Arrocería Duna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
34,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.5
Comida COMIDA
6.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
4.8
Opiniones de Arrocería Duna
OPINIONES
45

Segunda valoración a este restaurante en el que he estado unas 5-6 veces. Lo que me ha sorprendido en esta ocasión gratamente, ha sido el servicio, muy atento y hasta incluso con detalle por demora en la salida de la fideuá que pedimos.
Cocina, en mi opinión, muy correcta y ahora con el servicio muy mejorado, la hace excepcional.
Tellinas, Clóchinas y Fideuá, con un aperitivo, regalo de la casa de croquetas de Jamón,
Vino Blanco de la tierra (las 3), tarta de manzana (apple pie con helado), que no hay que perderse, buenísimo y sorbete de limón con fruta. Cafes y agua. Precio total: 98,00 € aprox.
Seguro que volvemos!!

Nos sentamos en la terraza, prácticamente sobre la arena de la duna y el entorno es realmente agradable, quizás el único pero es una ligera saturación de mesas pero en un espacio abierto el agobio no es mucho.
Pedimos al centro tomate (enorme) con atún, anchoas y mojama, unas clochinas y un calamar a la plancha. En comparación con visitas anteriores lo pedido está bien cocinado, correctamente servido y bien presentado. Además prácticamente sin esperas. También ofrecen varios panes a elegir (aceitunas, maíz, cereales) todos ellos recién horneados.
De segundo pedimos paella valenciana que salio a la mesa sin haber reposado pero simplemente esperamos unos minutos para que se quedará en su punto. Sin ser algo sobresaliente debo decir que estaba bastante buena y las raciones eran muy abundantes (pedimos para cuatro y podía ser perfectamente para seis). La comimos al centro de la mesa como manda la tradición.
De postre una ensalada de fruta con sorbete de limón que resulta una refrescante combinación para los calores del verano.
En cuanto al vino la carta no es muy extensa y los precios son algo elevados. Pedimos LAS 3 que no estaba muy frío al salir a la mesa (aunque llega en su cubitera). El servicio consiste en descorchar y dar a probar.
El único pero es el precio que resulta caro (aunque arroz sobró bastante y se pueden pedir menos raciones) pero supongo que hay que pagar la posibilidad de disfrutar de un buen servicio en un entorno tan agradable.

Un servicio malo, malísimo, camareros de xiringo vestidos de diseño. Un servicio que no corresponde con el precio de la comida que es de buen restaurante...
entrantes croquetas de bogavante y buñuelos bacalao(bien),tellinas(pequeñísimas y con arena)y ostras .Espera hasta fideuà de carabineros(buenísima,1cm de grosor y marisco espectacular,en su punto)de 20 min y la traen practicamente fria.
servicio vino inexistente ,no nos dan carta ni precios"porque es mejor así ya que no les queda nada"..nos decantamos por un Bahia de Denia,que traen a temperatura ambiente con una cubitera con agua insuficiente,reclamo 2 veces el agua y nada...en la mesa de al lado repiten operación sabiendo ya q el vino está caliente..
Por supuesto ni petits four ,ni copita invitación,ni entrantes..eso si te sirven pan sin preguntar y te lo cobran
Lo mejor el arroz y el paisaje,realmente idílico en las dunas del Saler

Pero parece que a Tomas le preocupa poco . Tras decenas de visitas a esta arrocería , no vamos a mejor . La ubicación idílica contrasta con el medio caos del restaurante : servicio totalmente despistado e inexperto , cartas mostosillas y frecuentes manchurrones y perforaciones en los manteles , servilletas . Que pena . No creo que cueste tanto .

Cena de miercoles con la familia , mesa para siete . Empezamos con puntillas con salsa romescu y croquetas de bogabante . Elegimos dos arroces para compartir : paella de rodaballo , gambas y ajetes y arroz de rochos . Ambas muy buenas . De beber , una parte de la mesa Alhambra especial y la otra Perro Verde ( Rueda , Verdejo ) . Servicio del vino inexistente , coperio normal . En los postres , variedad : brownie , tarta de manzana , cocktai de frutas y panetone de chocolate . Todos normalitos .
RCP alta . Volveremos por su ubicación y arroces , por el resto....

Duna podría ser un gran restaurante si cuidara algunos aspectos fundamentales en el disfrute de una comida, mostrando carencias que lo convierten en un local de segunda categoría.
Aciertos: el arroz del senyoret excelente; tomate valenciano muy bueno (aunque la ventresca muy floja); puntilla, tellinas y croquetas de bogavante, de buena calidad. Entorno inmejorable. Postres correctos.
Desaciertos: servicio lentísimo, más de media hora entre el arroz y los postres no es de recibo; fragancias a w.c. en la mesa que estuvimos; invasión de moscas cojoneras por doquier; las tapas de la carta sucias y pringosas; calor sofocante.
Vino: servicio de vino inexistente excepto el ritual excesivamente académico del ampuloso descorche y el envinado de copas por el sumiller. Luego hay que seguir sirviéndose uno mismo si no quiere morir de sed. Además, aunque parezca increíble, cuando acabamos la botella del delicado Ruinart Blanc de Blancs que nos tomamos, un camarero se llevó la champañera y utilizó el mismo hielo que teníamos nosotros en otra mesa. Ver para creer.
Duna ejemplifica el resultado de una desmedida ambición hostelera, pretendiendo dar bien de comer a trescientos comensales pero sin querer pagar los camareros necesarios ni cuidar detalles principales que redundan en la plena satisfacción de los clientes.
La impresión es que se le saca provecho al magnífico entorno sin querer fidelizar a la clientela.

Como ya han dicho, es un restaurante a pie de playa con buenas vistas y no tan buen servicio, aunque nuestra camarera fue bastante simpática. El día de nuestra visita estaba lleno a rebosar y había cola. Tuvimos que esperar un poco, a pesar de haber reservado con antelación.

No me gustó nada que las copas tuviesen marcas de cal, además de ser corrientitas. Tampoco me gustó elegir 3 vinos y acabar tomando el recomendado por la casa.

A destacar el tomate de Valencia y el arroz del senyoret. Ambos deliciosos. El resto -jamón de bellota, puntillas, croquetas de bogavante, clóchinas- bien. Los postres, para compartir: tarta de manzana (diferente y muy buena), coulant de chocolate con helado de vainilla(muy bueno) y brownie (bien).

Bebimos una botella de Las Tres de Chozas Carrascal (a sugerencia de la casa), 2 aguas, 2 cervezas, 4 refrescos, 1 café y 2 cortados.

Como curiosidad, Wyllys y su encantadora esposa nos dieron una clase magistral sobre el modo tradicional de comer el arroz: directamente de la paella. Incluyeron un seminario sobre como limpiar el arroz socarrado de la paella con un vaso... pero, me temo, tendremos que repetirlo... ;-)

Posiblemente sea la nota discordante en cuanto la valoración de éste restaurante, a la vista de la mayoria de críticas recibidas.
No se exactamente en que haya podido cambiar; tal vez por la fecha que nos encontramos y la escasa afluencia de comensales (unas seis mesas), pero la verdad es que estuvimos correctamente atendidos y salimos satisfechos tras la comida, motivo por el cual lanzo un voto positivo en líneas generales del mismo.
La ubicación del local personalmente la considero en sitio privilegiado.
Local amplio con buena separación entre mesas y espacio más que suficiente entre los comensales. Las mesas con una más que aceptable presentación.
Como entrantes tomamos calamar andaluz (muy bueno); tomate valenciano acompañado con esgarraet, taco de ventresca, anchoas, huevo y mojama (muy completo y correcto); all i pebre d´anguila, aqui si debo objetar sobre su nueva forma de elaboración, ya que mejoran la formula ó deberian retroceder al sistema tradicional. Seguimos con unas gambas rayadas de Denia (ó de donde sea aunque es lo que pone la minuta) que estaban realmente extraordinarias.
Pedimos el arroz del senyoret (por aquello de trabajar poco y ensuciarse menos)servido en una gran paella con apenas un dedo de arroz, resultando realmente muy sabroso, en su punto de cocción, y estando a gusto de todos los comensales.
Como postres las tartitas de manzana con helado, y especial de chocolate y el de cafe.
De vino nos tomamos dos botellas de Muga Crianza (19,70 euros c.u.)
La carta de vinos es suficientemente variada en cuanto a referencias, tanto a nivel nacional como de otros paises, aunque con pocas selecciones de cada uno de ellos. En los vinos nacionales se pueden encontrar con diversas denominaciones de origen. Las copas para los vinos son adecuadas.
El personal agradable, atento y pendiente del consumo de vino para servir de inmediato en la copa.
Tras los cafés y algún cajarillo tomamos unos orujos Mar de Frades.
Experiencia positiva.

Simplemente agradecer los comentarios de otros usuarios de este portal. Ellos me han hecho darme de alta y ser partícipe de este medio de información. RESTAURANTE: Merendero de playa con decoración de restaurante de 4 tenedores. Comida y entorno, muy bien, servicio, pues, lo dicho, merendero de playa.

Es una lástima que el servicio no acompañe a la calidad de los productos, pero bueno, si vas con calma y te tomas una cañita, la verdad es que al final, lo más importante es que comas bien y aquí, se come bien.

Inperdonable la poca profesionalidad de sus camareros con el dueño al frente. El trato ha ido empeorando desde hace algún tiempo, por lo que lo hemos eliminado de nuestra lista de arrocerías favoritas. Aunque la ubicaciòn es idílica y las paellas no suelen fallar, el alto precio debería de acompañarse de un mucho mejor servicio. La carta de vino suele fallar en la disponibilidad y normalmente el vino blanco está lejos de su temperatura ideal.

Trato que deja desear, mas por parte del dueno que por parte de los camareros, un buen restaurante deberia guardar la mesa por 30min desde la hora de la reserva y no darla al primer llegado.
Un gran restaurante lo es de verdad cuando bajo presion (comida del domingo, cena del sabado etc...) agunta bien y sigue proporcionando profesionalidad y calidad, es demasiado facil cuidar loc clientes con una sala medio vacia.
Muy buena la carta de vinos con interesantes referencias extrangeras.

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