Restaurante Zarate Bilbao en Bilbao
Restaurante Zarate Bilbao
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
69 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.7
Comida COMIDA
8.7
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
8.7
Aperitivo
Centollo, jugo de gallina y erizo
Huevo trufado sobre puré de patata y hongos, jamón y aceite de oliva
Lubina en jugo de guisantes, jamón y oreja
Lomos de lenguado al pil-pil con pochas y navajas
Flan de café
Tarta de queso horneada, salsa roja y helado de mango
Mi parte del "Rey"
Almejas de cuchillo
El más pequeño de los rodaballos de esa noche
Huevos Camperos con Trufa y Puré de Coliflor, Jamón y Picatostes
Tataki de Bonito con Crema de Aguacate y Wasabi con Piparras
Qué más se puede pedir?
Torrija y helado de arroz con leche
Rodaballo
Hojaldre
Lubina
Huevo trufado.
Juro que solo éramos 2.
Rodaballo
Hongos
Opiniones de Zarate Bilbao
OPINIONES
33

Primer acto oficial del III Encuentro de la Peña Gastronómica Los Restauranteros celebrado en Bilbao.

Tras unos vinos previos llegamos con gran ilusión al local de aspecto elegante, sobrio y cálido. No me voy a alargar en la introducción, pues está muy bien descrito el entorno en comentarios previos. Menú concertado previamente con bendita “improvisación” por parte de nuestro anfitrión.

Así que directos al grano:

Jamón al corte in situ. Calidad y sabor a… jamón. ¿Acaso se puede pedir más? Fundamental.

Tataki de Bonito con Crema de Aguacate y Wasabi con Piparras. Elemental y a veces compleja tarea la de combinar un gran producto con un manejo tan sencillo como soberbio. En este caso se cumplió con creces. Declaración de intenciones.

Huevos Camperos con Trufa y Puré de Coliflor, Jamón y Picatostes. Aroma impresionante, del que el compañero Toni ya ha dado pistas de su posible origen. No obstante, resultaba embriagador. En boca, impactante y formidable la conjunción de elementos. Por repetirme… Flipante.

RO-DA-BA-LLO. Me enamoré de este pez hace muchos años, viví con él episodios maravillosos. No podía dejar de pedirlo. Cada vez que lo veía en carta me hacía un guiño y me camelaba. No sé muy bien por qué… puede que los años fueran deteriorando nuestra relación, la monotonía y unas últimas experiencias un tanto decepcionantes me hicieron temer por nuestro futuro. No había casi relación ya… pero esta noche nos encontramos en Zárate en una cita a ciegas… y resurgió el amor. Qué trazas, qué porte, qué medidas, qué frescura… impresionante producto. Trabajado con mimo, con cariño, con sencillez y con muchas tablas y experiencia… ofreciendo un resultado inmejorable. Éxtasis.

Pastel vasco. Bizcocho ligero relleno de crema servido tibio y con una bola de helado para combinar. Dulce sin empalagar. Equilibrio.

Para beber, agua y vino. Por este orden, Balduina 2010 D.O. Navarra y De Luis R 2010 D.O. Rioja. Ambos cumplidores. También dejo en manos de algún otro restaurantero su comentario detallado.

Sirvieron varios tipos de pan, el mío era de espelta. Muuuuy bueno, costra crujiente y abundante miga consistente y sabrosa.

Café correcto para terminar.

El servicio atento, amable, dispuesto y profesional.

En resumen, cena que abría los actos oficiales del III Encuentro de la Peña Gastronómica Los Restauranteros… y de qué manera y nivel resultó esta inauguración. Quedé tan satisfecho que por un momento me asaltó la duda de si los actos posteriores mantendrían el listón tan alto… qué cándido soy!, pensé, tras percatarme que estábamos en Bilbao y en manos de Oscar. Zorionak!!

  • El más pequeño de los rodaballos de esa noche

    El más pequeño de los rodaballos de esa noche

  • Huevos Camperos con Trufa y Puré de Coliflor, Jamón y Picatostes

    Huevos Camperos con Trufa y Puré de Coliflor, Jamón y Picatostes

  • Tataki de Bonito con Crema de Aguacate y Wasabi con Piparras

    Tataki de Bonito con Crema de Aguacate y Wasabi con Piparras

Desde finales de agosto hacía que no disfrutaba de este restaurante y eso para mí era mucho tiempo.

Era viernes (festivo) por la tarde y me picaba tanto el gusanillo que me dije, voy a llamar a ver si hay mesa para esta misma noche…mientras sonaba el tono del teléfono, me sentía un poco ridículo ya que era de sobra consciente que había una posibilidad entre cien de que tuvieran mesa, así que me decidí a llamar simplemente para dejar mi conciencia tranquila habiéndolo intentado.
Hay ocasiones en las que el destino te da una alegría y ésta es una de ellas; me comentan que les queda una única mesa libre, eso sí, me advierten que se trata de la mesa situada junto a la puerta de entrada. Esa mesa teniendo en cuenta que se trata de un viernes a la tarde es un regalo de los dioses, así que me la quedo sin pensármelo dos veces.
Allí nos presentamos a las 22,00 horas, sabiendo a lo que íbamos, a cenar el mejor pescado hecho de la mejor manera.

Pese a estar situada junto a la entrada del restaurante, se trata de una mesa grande, cuadrada, vestida con mantel de tela blanco. Estupenda vajilla, cubiertos y copas. A nuestra llegada la ocupación del local estaba a medias, posteriormente, cuelgan el cartel de “completo”; es lo habitual incluso entre semana…por algo será.

Nos traen la carta y antes de siquiera abrirla, nos ofrecen fuera de ella un revuelto de boletus con camarones. Eso suena a música celestial y decidimos probarlo. También fuera de carta entre otros, nos ofrecen ijada de Mero y nos decidimos también por ella.

Para beber, queríamos un vino blanco afrutado, y nos decidimos por un “Viñaredo Godello” 2012, D.O.Valdeorras, un vino suave al inicio aunque quizá demasiado ácido al final. Estaba rico pero la acidez no me dejó disfrutar del todo del vino. También tomamos una botella de agua “Veri”.

Antes de traer los platos elegidos, te ofrecen probar un par de aceites de oliva de gran calidad que acompañados con el pan que te dan a elegir (entre tres variedades que no recuerdo bien) forman una sabrosa bienvenida que te prepara el paladar para lo que después va a venir.

En cuanto a la comida comentar (dos comensales):

1-“Revuelto de boletus y camarones” (Para compartir): Presentado en un plato hondo, buena cantidad de boletus y de camarones pelados. El huevo poco cuajado, meloso, como me gusta en el revuelto. Los boletus repletos de sabor y los camarones ídem. Al probarlo la mezcla de sabores resulta explosiva, exquisita. Nunca había probado este revuelto con camarones y la verdad que no nos dejó indiferentes.

2-“Ijada de Mero”: Generosa porción de pescado presentado con patata panadera. Aquí el pescado está como siempre, y cuando digo como siempre, alguien que ya ha estado sabe a lo que me refiero…churruscado por fuera y en su mejor punto de jugosidad por dentro. La verdad que no sé cómo lo hace, da igual el tipo de pescado que sea, la parte que sea o el grosor que tenga la pieza, siempre lo sirve tostadito por fuera y jugoso a más no poder por dentro…para mí un auténtico arte que pocos maestros de la cocina manejan así. Otro pescado para el recuerdo.

Como había tenido una comida tardía y copiosa, con lo detallado anteriormente terminamos la cena.

Eso sí, tomamos también un par de infusiones que te las acompañan con unas tejas unos trocitos de pastelito vasco o similar.

En esta ocasión no me dejaron pagar, aunque creo que la cuenta ascendió a 90 € aproximadamente.

Resumen: como siempre el mejor pescado preparado de la mejor forma. Si alguien que viniera por primera y única vez a Bilbao me preguntara dónde comer pescado en Bilbao, mi respuesta sería “Zarate, sin lugar a dudas, Zarate”.

Primer acto oficial en el marco de la III quedad de la Peña Los Restauranteros. Menú acordado desde un principio por nuestro cicerone vizcaíno, Oscar 4435, que, como comentaré al final, resultó completísimo.

Local muy elegante, con ambiente intimista en cierto modo roto esa noche por la presencia de nuestra mesa de 13 comensales con ganas de pasarlo bien y felices por el reencuentro. Servicio de sala muy bien dirigido y cordial. Intuyo que no sólo por la presencia entre nosotros de conocidos, sino igual para toda la clientela.

- Jamón al corte: se cortó en nuestra presencia, una vez acomodados en la mesa. Se sirvió al centro de la mesa. Buen corte y muy buen producto (no me interesé por la procedencia).

- Bonito marinado sobre lecho de aguacate y pinceladas de wasabi. Emplatado individualmente. Producto de extraordinaria frescura y acompañamiento discreto para no enmascarar el elemento principal del plato. De hecho, yo eché en falta un pelín el sabor peculiar del wasabi porqué a mi me encanta.

- Huevos con trufa: Presentación individual con plato hondo. Gran presencia de rodajas de trufa. El huevo con un punto perfecto. Olor intenso que llegó a dejar presencia en toda la sala. Gente más entendida lo atribuyó al aceite trufado más que al propio tubérculo. Plato que agradó mucho a todos. Yo, sinceramente, flipé. Muy muy rico.

- Rodaballo salvaje: El plato de la noche (y tal vez de mi paso por Bilbao). Se presentó a los comensales en una fuente una vez cocinado pero sin desmenuzar y volvió a la mesa ya emplatado en raciones más que abundantes. Excelso. Frescura extrema. Bromeamos: este pescado no es del día, es de mañana. Preparación simple que te hace recapacitar: en contra de muchas corrientes, tal vez la sencillez sea una de las principales virtudes en la cocina. Disfruté degustándolo y disfruté viendo como lo hacían todos y cada uno de los comensales.

- Nos dieron la posibilidad de elegir el postre. Todos cuantos salieron recibieron el reconocimiento generalizado. Yo tomé el postre de los siete chocolates: diferentes intensidades, formas, texturas… Me encantó, sobre todo la mouse.

No anduve muy atento con los vinos que acompañaron nuestra cena. Estoy convencido que otros foreros restauranteros añadirán sus valoraciones y tal vez ellos, mucho más versados en la enología, aportaran las referencias de los mismos. Servició perfecto en cuanto a elección de los mismos, temperatura, rellenado de copas…

Se hace difícil valorar la RCP. Me decanto por pensar que aquí cada uno valora SU EXPERIENCIA y finalmente voy a hacerlo así. Realmente no sé a cómo ni a cuánto resultará venir y cenar “a la carta”. Seguramente más caro, pero el precio acordado para esté menú y esta ocasión me parece fabuloso, de 10. Así lo voy a puntuar. Muchas gracias a todo el equipo del restaurante y también, cómo no, a Oscar por su acertadísima elección y sus fantásticas gestiones.

Que angustia que me genera no poder dar abasto a todo, pues me gustaría visitar cosas nuevas siempre pero a la vez repetir en este tipo de restaurantes en los que sé sobrandamente que voy a disfrutar.
Así que al menos un par de veces al año me sentiré en la "obligación" de visitarlo.
Por primera vez voy a catar el menú gastronómico, pregunto primero si va a ser demasiado pero me dicen que si somos de buen comer podemos con ello, así que.... al ataque.
Te dan a elegir entre 3 tipos de pan, a cada cual más rico, no hay problemas de pensar, cualquiera de ellos va sobrado de calidad.
Enseguida nos colocan una pequeña fuente con un aceite puro de oliva para comenzar a salivar. Con ese "picor" característico.
Carpaccio de bonito ahumado en carta viene con otros acompañamientos pero hemos hecho un poco de "catadores" y nos lo han sacado con una crema de aguacate, con unas piparras que le daban un toque picante pero justito. Un plato fresco, agradable, riquísimo.
Tartar de langostinos, ajoblanco al aceite de oliva un plato de producto, en ración justa. El langostino sabiendo a lo que es, sin tonterías. De nuevo producto propio, sin florituras. Estupendo.
euskal olioa significa gallina vasca. Habíamos probado en la ocasión anterior este plato pero con trufa negra y puré de patata. A mi me gustó más. Esta vez era más suave, más destacada la trufa sobre los demás elementos. La vez anterior era más potente, más sápido. De todas maneras, se deja comer, está rico, mucho.
Rodaballo salvaje ración mucho más que generosa de un pescado de quitar sombreros. Rico sería poco decir, cojonudo. Con unas patatas panaderas que destaco sobremanera, creo que en pocos sitios las bordan de esta forma. La piel crujiente. Este restaurante mima los pescados de manera sublime.
En la web ofertan una degustación de postres pero han decidido cambiarlo por un postre a elección de su carta.
Yo he visto Cien por cien chocolate y poco he tenido que pensar. Helado de chocolate, crujiente de chocolate negro, chocolate blanco, crema de chocolate......... uffffffffffffffff. Qué rato he pasado. Estupendo de la muerte. Ole, ole y ole.
Mi chica se ha decantado por una Torrija con helado de arroz con leche este postre lo inventaron los dioses para su propio disfrute y ahora los humanos más normales y corrientes tenemos el placer de poder disfrutarlo. Maravilloso conjunto de sabores.
Tenemos un entendimiento extraordinario con el sumiller, parece que nos conoce de toda la vida. Nos gusta probar cosas nuevas y ni miramos la carta. Hoy nos ha aparecido con un Balduina chardonnay 2010 un vino blanco muy agradable. Fíjate que incluso diría yo que tiene un deje achampanado. Nos ha recomendado no enfriarlo más, y desde luego que donde manda capitán el marinero se calla. A medida que iba cogiendo aire iba ganando intensidad. Nos ha gustado mucho.
Para los postres y siguiendo las recomendaciones de un buen entendido en vinos a pesar de ser "patatero", hemos solicitado que el mismo sumiller nos saque lo que él prefiera.
Para mi chocolate un Oporto Pocas Tawny ha maridado a la perfección. Mira que no soy yo de oportos pero el que sabe, sabe.
Para la torrija ha sacado un Lauresa cream Xres premium aunque casi no me han dejado ni probarlo, he conseguido un sorbito y me ha dejado buen paladar. Intenso.
Un buen cortao, pero de los que mejoran incluso la sensación de la cena, unos estupendos "remata postres" y a correr. Creo, sin duda y ya lo he dicho, que este restaurante es de lo mejorcito de Bilbao. Buen sitio, estupendísima atención, buen hacer de cocinero, sumiller y servicio de sala, estupenda RCP y poco o nada más se puede pedir.
Pues señores de la Michelín, menos dar vueltas a lo tonto y más acertar.

  • Qué más se puede pedir?

    Qué más se puede pedir?

  • Torrija y helado de arroz con leche

    Torrija y helado de arroz con leche

  • Rodaballo

    Rodaballo

Noche mágica para algunos, esperanzas, sueños.....
Los mortales normales y corrientes ya, desgraciadamente, no esperamos nada nuevo.
Es un día donde apostar a lo seguro era de obligado cumplimiento y así lo hemos hecho.
Además, un tanto picado en la curiosidad por el último comentario, quería probar un plato en especial.
Ya está descrito el restaurante suficientemente y nada ha cambiado.
Lleno, incluso una mesa tempranera ha sido ocupada inmediatamente por otra pareja. Buena señal.
Ya somos viejos conocidos y preferimos dejarnos asesorar, eso sí, hemos dicho que queríamos probar el plato que había comido el anterior visitante: Huevo frito sobre cama de patatas y hongos cubierto de trufa negra alavesa y regado con aceite de trufa blanca, como bien comenta Joan Thomas, exquisito, sublime, impresionante. Unos pequeños panes tostados y un toque de jamón para darle un toque salado. Nos recomiendan romperlo y comerlo con cuchara. Lo dicho, un plato de diez, sin duda.
Nos sacan también un aceite de Jaén, oliva puro, con sus panes a elegir, de cereales. Estupendo tanto el aceite como el pan.
De pescados andan poco surtidos, el temporal ha pasado factura pero nos ofrece una lubina y sabemos como tratan en este restaurante a los peces, así que adelante con ello.
Lubina con patata panadera sin tonterías, presentada al completo para luego emplatar individualmente. Buena ración. Perfecta de sabor, perfecta de cocción, jugosa. Poco más se puede decir.
Las patatas de las mejores que he probado nunca, será un plato simple pero de unas a otras va un abismo o incluso quizás dos.
Había que comer algo de postre y le hemos preguntado a la simpática camarera que qué elegiría ella. Poco o nada ha dudado: un Hojaldre, con fluido de avellana, nata y chocolate y helado rico de verdad. Dulce pero sin empalagar. Hemos compartido uno para los dos y la verdad es que era una ración generosa. Un éxito.
Para beber, de nuevo consejo del sumiller y ya es la tercera vez que acierta con nuestros gustos, hoy ha sido un Valdeorras Viñaredo godello 2011 afrutado, muy fresco, correcta acidez y buen postgusto. Otro vino más a la larga lista de blancos que cada día me sorprenden más. Copas schott, perfecta temperatura, cubitera elegante y buen servicio.
Sin dejarme siquiera pedir, ha aparecido con dos botellas de dulces, uno ya conocido, el Olivares favorito de algunos que yo me sé.
A mi me gusta pero me deja la boca como ¿pastosa?.
El otro ha sido un Moscatel Jarel 2008 de Málaga. Este sí que nos ha gustado. Dulce pero con un pequeño toque amargo. Muy sabroso, de los de tener un buen rato en boca y paladearlo despacito.
Un cortao en su punto exacto, el saludo del cocinero y el buen sabor de boca tanto del trato recibido como de lo degustado.
Sin lugar a dudas, sin engaños, sin pensar que alguien pueda salir descontento. Apuesta más que segura, uno de los mejores restaurantes de Bilbao y una de las mejores RCP.

  • Hojaldre

    Hojaldre

  • Lubina

    Lubina

  • Huevo trufado.

    Huevo trufado.

Bilbao ha sido la ciudad que elegimos mi mujer y yo para terminar este último año y comenzar el 2013. Hemos descubierto una bonita ciudad abierta con mucho encanto y con al menos tres buenos restaurantes (no tuvimos más tiempo para conocer otros): Aizian, Nerua y Zarate (ver cada comentario).

Aprovecho la ocasión para desear un feliz año 2013 a todos los usuarios de Verema.

Nuestra 3era y ultima cena en Bilbao fue en el Restaurante Zarate. Tras haber leido los comentarios de Miguelbc, Liberty Valance, Gastiola y Oscar 4435, teniamos verdaderas ganas de conocer este restaurante ...

Llegamos a las 21 horas y fuimos los primeros comensales, progresivamente se ocuparon todas las mesas.

El restaurante está muy bien distribuido, las mesas estan bien separadas, es moderno y está decorado con muy buen gusto. El servicio es muy atento y profesional.

Tomamos 2 menus Lekeitio,

De primero tomamos unas anchoas del cantábrico (4 por comensal), de tamaño mediano, muy buenas
Seguimos con una ensalada de bacalao y pimientos, excelente
A continuación nos sirvieron un huevo frito de corral sobre una cama de patatas y hongos cubierto de trufa negra (tuber menalosporum) regada con aceite de trufa blanca, ... sublime, inolvidable.
El pescado que tomamos seguidamente fue un rodaballo, enorme, que nos presentaron en la mesa antes de emplatarlo y que nos sirvieron con la cabeza aparte para los amantes de sus partes carnosas. Estaba delicioso; yo por problemas digestivos, ingeri demasiados pintxos en el bar del Guggenheim al mediodia, no pude terminar mi parte, lo que lamento enormemente pero mi esposa no se hizo rogar y asumió el honorable sacrificio de comerse el exquisito rodaballo casi entero. Excelente, perfectamente cocinado.

El pan, en tres tipos distintos para elegir, estaba muy bueno.

De postre, a escoger de la carta, mi esposa tomó una preparación a base de manzana con helado de yogur, bueno
y yo, para digerir, un sorbete de champagne, muy bueno

Regamos la comida con un Txacoli y terminamos con dos cafés acompañados de mignardises.
Precio por persona : 67,65 €. Relación calidad precio excelente. Un restaurante altamente recomendable. No puedo comprender que ni Michelin ni Repsol lo mencionen en sus guias. Volveremos seguro en cuanto tengamos la oportunidad de volver a Bilbao.

Al Zarate, de rebote. Llego a Bilbao el sabado para ver la exposicion de Botero y la parte bilbaina nos dice que han cambiado el establecimiento para comer. El Bascook por el puente habia cerrado... en su lugar al Zarate.

Llegada a las 14:00 y somos la primera mesa. Luego no obstante se lleno hasta la bandera!

Eramos cinco comensales y decidimos comer lo siguiente:

1. Anchoas, exquisitas. Tal y como las recordaba!!
2. Croquetas caseras, perfectas, sublimes...
3. Ensalada con laminas de bacalao. A mi el bacalao no me dice nada, asi que para mi esto fue algo que habia que poner en la mesa.

De segundo, raciones de Mero y un chuleton para dos personas. Aun recuerdo, hace años unos filetes de mero que compramos mi madre y yo en el Corte Ingles de Santander... filetes gordos, con un sabor exquisito; sabiendo como se las gastan aqui con el pescado sabia de antemano que el mero iba a ser de otra epoca. EXQUISITO, SUBLIME no tengo palabras!!

De postre, yo volvi a comer un goxua aunqeu sinceramente no debia haberlo hecho. Llevo dias delicado del estomago e ingeri demasiada comida. No bebi vino, pero cogieron botellas de Alberdi.

Cafe excepcionaal.

Unico fallo, por sacarle... tamaño de las mesas. Quizas algo cortas para 5 comensales, cierto es que yo soy bastante grande, pero hubo momentos en los que no me encontraba comodo, fuera aparte de mi estomago.

¿Que si volvere? joder que si...

Entre todas las recomendaciones que recibí, nuestra elección para la cena del sábado, fue Zarate. Y fue un digno colofón para un fin de semana ideal. La sala nos pareció fantástica, salvo por un sonido de agua corriente cuyo propósito, imagino, sería dar un ambiente relajado pero que en nuestro caso nos dió la sensación de cenar encima del lavabo. Afortunadamente, una vez aparecieron las viandas y el local se fue llenando, no lo notamos más.

El servicio muy amable, nos explicaron las recomendaciones fuera de la carta con estusiasmo y a sabiendas que el producto que llevan entre manos no falla.

De entrantes, pedimos la ensalada de bacalao y pimientos y unas almejas en salsa verde para compartir. Detalle a destacar de la ensalada: nos la sirvieron en dos platos en lugar de uno, se agradece. Las almejas, bien.

De segundo, tomamos lubina. Pero qué lubina y qué punto! Nos sirvieron media pieza para los dos y la parte de la cabeza a parte. No sé cómo lo hicieron, pero estando cocinada al punto sin rastro de partes poco hechas, la piel era como la de una serpiente bajo la luz de la luna, qué brillo. Por no hablar del ojo, qué frescura!

De postres, nos inclinamos por el queso. Nos sirvieron un manchego y un idiazábal acompañados por membrillo.

Para beber, optamos por el txacoli Itsasmendi. Fantástico vino a un precio de 17 euros, que nos pareció muy correcto. Eso sí, durante la cena nos lo servimos nosotros.

En cuanto al precio, ya se sabe, lugar acogedor, buena mantelería, buena vajilla, pescado...ya sabes a lo que vas.

Volvería sin duda, a no ser que exista alternativa a mejor precio.

Uno echa de menos las cosas de siempre. Las vacaciones están muy bien, todo es maravilloso pero..... uno, en en fondo, tiene ganas de volver.
Se acaba el mes, se acaba el reposo, se acaba lo especial y hay que volver a la normalidad. Pero hay que quemar los últimos cartuchos, hay que rematar como mandan los cánones.
¿Dónde? Opciones hay muchas pero vamos a ir a lo seguro.
Nueva visita al Zarate. Habíamos estado en junio y queríamos saber si había novedades.
El restaurante es muy confortable, las mesas amplias, separación suficiente. Buena mantelería, buena cubertería, las copas de estupendo tamaño.
El servicio atento, serios si hay que serlo y más cercanos si te dejas. Yo soy fácil y me dejo mucho.
El menú Berezi sigue igual asi que nos decidimos aprobar un par de novedades que tienen en carta, están preparando nuevas propuestas para el otoño.
Empezamos con unos hongos con una yema de huevo que presentan así pero que hay que mezclar para sacarle todo el provecho.
Co-jonudos, ricos de ganas, los hongos son algo que se deshace en la boca y el huevo le da un toque diferente, una mezcla muy, pero que muy rica.
De pescados hay varias ofertas pero al oir rodaballo, mis tímpanos se cierran a otras opciones. Me tiene enamorao semejante pescadito.
Una pieza de buen tamaño, al parecer kilo cien ha dado en báscula. En la foto se ve el precioso pez en toda su plenitud.
Estupendo, bien desespinado, una textura de infarto, un punto exquisito, la sal exacta.
Unas patatas panaderas de las mejores que he probado jamás.
Encima, el pan. Echaba yo de menos un pan así.
Cuatro clases distintas a elegir. Mi chica se decanta por uno con semillas, yo por un oscuro, de cereal, ricos ambos.
Que poco ha quedado del huevo de los hongos, limpio-limpio ha ido el plato.
De postre hemos hecho de conejillos de indias, una tarta sacher, de chocolate, con melocotón. Muy rica. Nada empalagosa.
Para beber hemos dicho lo que solemos pedir, el sumiller, sin pensárselo 2 veces nos ha sacado una botella diferente, algo que no habíamos probado jamás. Un Airola Gewurztraminer. Nariz que me lleva a un moscato. A fruta madura. ¿pera? Estoy aprendiendo.
En boca primero dulce, luego deja un amargor y posteriormente el postgusto vuelve a dejarme ese dulzor no empalagoso. Según se ha ido enfriando más ganaba.
Con el cafecito ha empezado la "degustación" de vinos dulces. Primero dos Px, a cada cual más rico, más dulzón el uno, más "serio" el otro.
De remate, un Dulce Monastrell Jumilla 2008, que ha sido un excelente final para una maravillosa cena.
Buen reencuentro con mi enamorada capital, desde luego que un restaurante que si no cambia, será un maravilloso referente para los tiempos que nos esperan.

  • Juro que solo éramos 2.

    Juro que solo éramos 2.

  • Rodaballo

    Rodaballo

  • Hongos

    Hongos

Tercera visita al Zarate. Como las veces anteriores, hemos salido encatados.
Menu Berezi, 45 euros.
Plato de jamón, había leído en algún sitio que le sacaron sabor a jamón york. Pues si sabe a york, menudo pedazo de york, rico de ganas.
Un foie que hacen ellos mismos, con mermeladas, te sacan la sal y pimienta para que las uses a tu gusto. Me ha parecido exquisito.
Verduras aldentes, no le puedo poner pega alguna.
Un señor rodaballo, una ración generosa y en su justo punto, rico de verdad.
Pastel vasco, la única pega es que está tan reciente que quema, pero se puede esperar un poco y disfrutar de él como se merece.
Para beber un Coto Hayas 2011. No me ha dicho mucho, se bebe muy fácil pero sin sorprenderte para nada.
Muy rico el pan, te ofrecen tres tipos para elegir.
He rematado con un Px selección malla plata de 7 años, y eso que me han intentado llevar al huerto con otro par de generosos pero soy muy cabezón.
Resumidas cuentas: excelente. Repetiremos sin dudarlo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar